UGT se pone duro en la negociación de su propio convenio. Sus trabajadores pitan a sus dirigentes, acusándoles de que UGT defiende argumentos a los que se opone sistemáticamente en otras negociaciones (El Mundo, 4 de noviembre, p. 44). Es decir, los sindicatos saben que con costes excesivos la "rentabilidad" de la empresa es menor, y el riesgo de cierre mayor. Luego sus negociaciones con los empresarios, forzando los salarios al alza aun a riesgo de aumentos excesivos de costes, han de tener un importante elemento de "mala fe".
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