Gracias por el crédito
Pensaba comprarme otro ordenador, que este pobrecito ya está un poco achacoso y tenía echado el ojo a algunas de las estupendas ofertas que aparecen últimamente. Ya se sabe, el funcionamiento del mercado (internacional), las mejoras de la eficiencia productiva, la caída del dólar, etc., todo eso hace que ordenadores con muchas prestaciones estén tirados de precio. Gracias al gobierno, me voy a ahorrar todavía más dinero en ese ordenador, pues pediré el préstamo a tres años a tipo de interés cero, esto es, a un tipo de interés real, aproximado, de -3%, una vez descontada la inflación (y, claro, teniendo en cuenta el aumento habitual de los salarios nominales). En realidad, si hubiera tenido que pedir un préstamo para financiarlo, habría tenido que pagar alrededor de un 7% al año. Si mis cálculos no fallan, el ahorro habría sido, en ese caso, de unos 275 euros para un ordenador de 1.000.
Como también pensaba comprarme un televisor, de esos chu-chu-á que hay ahora, digital y todo, efectivamente me lo compraré, pero un poco más caro, más chu-chu-á todavía, pues para eso voy a pedir un creditito al consumo financiado, en parte, con lo que me voy a ahorrar un dinero en el ordenador. Así mis hijas podrán ver mucho mejor y más horas la televisión, y atiborrarse de los anuncios de comidas grasientas que tanto gustan al gobierno y asociaciones de consumidores. O quizás les compre una consola de juegos a cada una, que ya van teniendo edad. Mejor aún, quizás sea un egoísta y vuelva a fumar; a fin de cuentas tendré dinero extra en el bolsillo. Si mis cálculos no fallan, un ahorro teórico de unos 275 euros en la compra de un ordenador de 1.000 euros a tres años, dan para un paquete de cigarrillos nacionales al día durante casi medio año. ¡Uf, qué rico!
Consecuencias no deseadas de las políticas públicas, ya se sabe.
P.S.: Feliz día del padre, por cierto.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home