Textos recientes sobre la libre elección escolar
The Economist (via joannejacobs.com) ensalzó la semana pasada las virtudes del sistema escolar de Alberta (Canadá), recogiendo la experiencia de la ciudad de Edmonton, en la que, al parecer, han montado un sistema público de libre elección, y funciona bien:
This is especially true in the province's capital of Edmonton, which is noted for its innovative system stressing choice, accountability and competition. Funding there is based on the number of students in a school. Each school controls its own budget, spending money on its own educational priorities (such as improving aboriginal-student results), while following the provincial curriculum. Students are free to (and 57% do) attend any school in the city, not just in their own neighbourhood. They can seek out schools specialising in the arts, sports, leadership skills, girls-only education, aboriginal culture, Mandarin, and many other alternative programmes—or simply choose the schools with the best academic results. Students in every grade are tested annually and their scores published.El Cato Institute acaba de publicar "Giving Kids the Chaff: How to Find and Keep the Teachers We Need" (pdf, gratis), un paper acerca de cómo reclutan su profesorado las escuelas en Estados Unidos, en el que se muestra que los administradores de las escuelas se toman más en serio ese reclutamiento si operan en un entorno con mayor competición entre las escuelas. Del resumen:
In districts where school choice fosters competition among schools, public school administrators seek out higher-performing applicants and work harder to retain them. That effect is especially pronounced in low-income districts and can meaningfully improve educational outcomes for poor students. School choice can help improve the quality of the teacher labor force, thereby boosting student achievement and restoring meritocracy to the education system.
Además, el Cato acaba de publicar Liberty & Learning: Milton Friedman's Voucher Idea at Fifty, un libro escrito por varios especialistas sobre el cheque escolar acerca de los avatares de esta idea y su potencial actual y futuro.
Una de las mayores especialistas estadounidenses en estudios sobre los efectos de la libre elección y la competición entre escuelas en el rendimiento escolar, Caroline Hoxby, acaba de publicar un paper titulado "School Choice: The Three Essential Elements and Several Policy Options" (pdf, 1,85 Mb; via Marginal Revolution). Esos tres elementos esenciales son los siguientes:
Supply flexibility, which means that schools should have the ability to open where there is demand for them, expand with increased demand and contract with reduced demand
Money should follow students, which means that funding policies must be designed so that schools that are in demand have the funds to expand and those that are not in demand lose funds and must contract; and
Independent management of schools, which means that schools must be free to innovate in a range of areas, including pedagogy, teacher pay, budget allocation, and the way the school is organised.
El problema es que no suelen darse juntas, ni de lejos. Es improbable que cada una, aisladamente, sirva para mucho. Por ejemplo, un sistema de cheque escolar en el que no haya una mínima capacidad de las escuelas para ajustar su oferta a la demanda o para incitar a ésta, es improbable que pueda ejercer efectos benéficos.
Por último, algo de "droga dura". Nada de parches como el cheque escolar. En su más puro estado, la crítica rothbardiana a la educación pública, republicada por el Mises Institute: Education: Free and Compulsory.
5 Comments:
Es tu deber liberal, traducirnos el texto de rothbard. No tardes o te envío a mis muchachos a romperte las piernas.
By rojobilbao, at 9/29/2006 1:29 p. m.
Wonka. No estoy muy puesto en todas las alternativas propuestas para favorecer la "libre elección" de colegio (o sea, que igual digo una tontería que eres muy libre de corregir).
Pero a mí me parece que eso de la libre elección por parte de los padres es bastante utópico. En el caso, y hay muchos, de que un colegio tenga muchas más solicitudes que plazas, es el colegio el que disfruta de la libre elección de alumnos y no los alumnos de la libre elección de colegios.
Que la flexibilidad presupuestaria en función de lo solicitado que esté un centro les otorgue cierta capacidad de crecimiento es posible. Pero esos crecimientos no son automáticos de un año para otro, ya que hace falta invertir en infraestructuras, por ejemplo.
Por lo tanto, si un colegio tiene 200 plazas y hay 400 solicitudes en un año concreto, hay 200 padres que no escogen ni ejercen la libre elección de centro, mientras que es el centro el que acaba escogiendo los alumnos -con la posibilidad de dejar fuera a hijos de inmigrantes, grupos sociales con menos formación en la familia, etc.- manteniendo un alto caché y prestigio, lo que seguirá sirviendo de gancho, año tras año, para tener más solicitudes que plazas y mantener una posición de élite.
No es más que una duda e igual está articulada una solución en el mundo real.
By Fabián, at 9/30/2006 3:05 p. m.
Si 200 personas se quedan sin entrar en el colegio, eso significa que hay un modelo de colegio que gusta a los padres y que vale la pena imitar. El colegio de éxito intentará poder cubrir toda la demanda y los colegios atentos a lo que pide el mercado aproximaran su oferta a la que se pide por parte de los padres.
Estoy con Wonka en que las liberalizaciones a medias pueden ser poco útiles. Pueden dar lugar, de hecho, a situaciones extrañas. Pongamos que el colegio de mi barrio opta por una línea pedagógica que no me gusta, invocando a la autonomía escolar. Sin embargo, el colegio de dos barrios más allá me encanta para mis hijos. Pongamos que el colegio al que van mis hijos no lo decido yo, sino una comisión que valora ingresos familiares, distancia con respecto al hogar, etc. Es posible que me quede sin poder llevar a mi hijo a un colegio que quiero. El colegio no deseado puede seguir teniendo una ocupación del 100%, pese a no gustarle a nadie, y desde su autonomía puede seguir con un modelo de enseñanza que no guste por los siglos de los siglos.
By unnombrealazar, at 10/01/2006 1:18 a. m.
Este tipo de liberalizaciones, aparte de ser socialmente ineficientes (los recursos van a quien más paga, es decir, incentivan la desigualdad de clase), acaban creando ghettos y falsean el verdadero fin de la Instrucción: hacer ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes.
By Anónimo, at 10/02/2006 12:00 p. m.
Topo Universitario dijo:
"El colegio de éxito intentará poder cubrir toda la demanda..."
Esto no es necesariamente cierto. Hay muchas entidades que mantienen a propósito una oferta baja para conservar el prestigio de lo selecto.
Es el caso de algunos MBAs de altos vuelos, por ejemplo.
Y, aunque otros colegios intenten replicar el modelo, puede que no lo consigan y no alcancen el nivel requerido por los solicitantes.
En todo caso, los 200 padres/alumnos que no pudieron escoger en primera instancia se quedaron sin poder ejercer su derecho, independientemente de que años más tarde las leyes de la oferta y la demanda hayan creado la oferta necesaria.
By Fabián, at 10/02/2006 5:23 p. m.
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