Sus
textiles destruyen empresas y empleos en España. Las
fibras de las que están hechos nos envenenan. Inundan nuestro mercado de
juguetes tóxicos para dañar poco a poco la vitalidad de nuestra civilización occidental. Y para rematar, ayer nos enteramos (yo, gracias a Salvatierra de Barros) de que
sus ventas escapan a la fiscalidad estatal, nos privan de nuestros buenos impuestos ("Hacienda somos todos") y no hay por donde cogerles, pues se nacionalizan españoles y contratan a los mejores abogados.
Témanlos. Y mucho cuidado con el
glutamato monosódico.
P.S.: Menos mal que
gracias a nuestros políticos liberales, la reacción es posible.
1 Comments:
Y espera a que sus hijos empiecen a brillar en las escuelas, como pasa en USA. Aquí, que yo sepa, no hay nada de eso. Pero todo se andará.
By Josu, at 1/24/2005 1:07 p. m.
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