Cuentos de hadas
El cuento de Caperucita, en esta versión (que no sé si es fidedigna) acaba así:
--¡Qué dientes más grandes tienes, abuela!
--Son para comerte mejor--replicó el lobo.
Y, diciendo estas palabras, el malvado lobo se echó sobre Caperucita y se la comió.
Nada de un buen cazador que salva a la abuelita y a Caperucita sacándolas de la barriga del lobo. La verdad es que el final es lógico si se quiere transmitir a los niños la enseñanza de ser prudentes, de no hablar con extraños, de no fiarse de lo que éstos te digan...
El Gato con Botas, del que todos conocemos su astucia, en esta versión parece el típico mafioso. Vean como convence a los campesinos del lugar para que respondan a quien les pregunte que las tierras que cultivan son del Marqués de Carabás.
Buenas gentes que cosecháis, si no decís que todos estos trigos pertenecen al Marqués de Carabás, seréis molidos a hachazos como carne para pasteles.
A mí, desde luego, mi madre no me lo contaba así.
Mi preferido, por último, es el de Blancanieves. En él, claro, la madrastra paga su maldad, pero vean cómo lo hace. La invitan a la boda de Blancanieves con el príncipe, sin que ella sepa que es Blancanieves. Acude y:
Al entrar en el salón reconoció a Blancanieves, y fue tal su espanto y pasmo, que se quedó clavada en el suelo, sin poder moverse.
Mientras tanto habían puesto al fuego unas zapatillas de hierro que no tardaron en estar incandescentes. Cogiéndolas con tenazas, la obligaron a ponérselas, y hubo de bailar hasta que cayó muerta, en justo castigo a su maldad.
Vamos, ni que hubiera pensado el castigo el Gato con Botas.
Un saludo. Ahora sí que me voy una semanita de vacaciones a un lugar sin Internet. Que descansen ustedes también.
11 Comments:
Curiosa coincidencia, ya que hoy también hablo de un cuento poco actualizado.
Espero que la visita al hospital haya transcurrido sin problemas, como así parece por tu post anterior.
un saludo y buenas vacaciones.
By Anónimo, at 8/14/2006 10:39 a. m.
Lo de Blancanieves me recuerda al suplicio del Toro de Falaris, practicado por un déspota helénico en Sicilia.
Consistía en introducir al reo en el interior de un toro de bronce hueco, cerrarle dentro, y calentar con leña el exterior hasta que el toro se pusiese al rojo vivo. Los gritos del desdichado se asemejaban a los balidos del animal.
Un saludo
Perkins
2552969@gmail.com
By Anónimo, at 8/14/2006 11:39 a. m.
EStimado Wonka, a mí me parece mucho más plausible esta versión cruel de Caperucita que la del cazador (leñador otras veces). No creo que sea muy descabellado considerar esta figura un Deus ex machina bastante impostado. Además que el lobo se coma a Caperucita refuerza el sentido moral del cuento, que es el de advertir sobre las alegres y ligeras decisiones que una adolescente puede tomar cuando, inexperta, comienza a caminar por la vida sin la tutela de su madre. En definitiva, reproduce el temor de toda madre (y de todo padre, claro) la primera vez que la niña dice que esa nochevieja sale sola (ya te tocará, seguro ;-) ). ¡Los lobos, ay, tan bellos, tan divertidos, tan solícitos! Por cierto, que una amiga me comentó una vez la posible relación entre el color de la caperuza y la menstruación, lo que reforzaría el sentido que asocia el cuento a los ritos y los mitos de paso.
Sobre lo que cuentas de Blancanieves (¡qué crueldad encierra ese cuento!) y del final alternativo, es muy curioso, pero la misma amiga (que es profesora de lengua y literatura en Secundaria) me habló sobre una versión de la cenicienta en la que las hermanas acababan encerradas en una mazmorra donde las oblgan a bailar sobre un suelo de brasas. ¿Coincidencia? Y por supuesto, está también la relación con el cuento de los zapatos rojos y la niña castigada a no poder dejar de bailar. ME ha resultado muy curioso cómo el tema se repite de un relato a otro. Sin duda una pista digna de seguir.
By Anónimo, at 8/14/2006 11:59 a. m.
He de decir que este final me recuerda a un cuento, que explicaba que a una niña muy vanidosa (un duende o algo así) le regalaba los zapatos que tanto deseaba.
Cuando se los pueso, los zapatos le hacian andar sin parar, y la única opción de la niña era cortarse las piernas con un hacha.
Aunque al final solo era un sueño.
By Anónimo, at 8/14/2006 12:47 p. m.
Hay una crueldad bastante primitiva en muchos cuentos infantiles. Pero desde la visión de un niño son tan naturales (fáciles de asimilar) que, a la postre, resultan intrascendentes. Es el hecho de que una persona mayor las haga importantes lo que llama la atención del niño y hace que se fijen en ellas.
(Eso es lo poco que consigo racionalizar de mis cada vez más lejanos recuerdos infantiles...)
By Hairanakh, at 8/14/2006 1:50 p. m.
>El Gato con Botas, del que todos conocemos su astucia, en esta versión parece el típico mafioso.
Creí que el típico mafioso era más sutil al formular sus ofertas que no se pueden rechazar.
By Marzo, at 8/23/2006 7:24 p. m.
Marzo tiene razón. Me refería más al contenido de la amenaza que a la forma.
By Wonka, at 8/23/2006 9:27 p. m.
El otro día encontré en el super una versión política y tontamente correcta del clásico de Caperucita, en la que Caperucita se hacía amigo del alma del lobo y ambos se iban juntos a visitar a la entrañable abuela. Por supuesto, los cazadores (antiecologistas ellos) eran muy malos y querían mal al lobo, hasta que la abuela intercede y todos se hacen amiguísimos del alma.
Hemos saltado de los cuentos con cuervos sacaojos a este tipo de cuentos sinsorgos.
Me pregunto cómo les afectará a los pequeños que crecen con estos cuentos descafeinados dar el salto a su primer telediario o toparse con el primer matón del jardín de infancia.
By Anónimo, at 8/24/2006 8:58 a. m.
Peese, la canción es "Lunes antes de almorzar" o "Los días de la semana". Googleando por el primer título sale en varios sitios.
Y anónimo, el libro es "Cuentos infantiles políticamente correctos": maravilloso.
"Erase una vez una persona de corta edad llamada Caperucita Roja que vivía con su madre en la linde de un bosque. Un día, su madre le pidió que llevase
una cesta con fruta fresca y agua mineral a casa de su abuela, pero no porque lo considerara una labor propia de mujeres, atención, sino porque ello
representa un acto generoso que contribuía a afianzar la sensación de comunidad. Además, su abuela no estaba enferma; antes bien, gozaba de
completa salud física y mental y era perfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que era"
Más que recomendable.
By Eleder, at 8/30/2006 9:26 p. m.
Mirad aquí una lectura humorística del cuento de Peter Pan:
http://webalia.com/EP/reir/niños/0040270100202426.html
y también en:
http://webalia.com/EP/reir/niños/0040270100202594.html
By Anónimo, at 9/10/2006 7:48 p. m.
Lo que pasa es que los cuentos que nos contaron a nosotros ya estaban dulcificados pero los que tu conseguiste eran los originales pues eso fueron recogidos por los hermanos Grim de tradiciones orales, y originalmente no fueron para ninos.
Elsa
By Anónimo, at 10/25/2007 7:18 p. m.
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