Enseñando anticapitalismo
Un trocito del artículo en Foreign Policy:
This is a world apart from what American high school students learn. In the United States, where fewer than half of high school students take an economics course, most classes are based on straightforward, classical economics. In Texas, the state-prescribed curriculum requires that the positive contribution of entrepreneurs to the local economy be taught. The state of New York, meanwhile, has coordinated its curriculum with entrepreneurship-promoting youth groups such as Junior Achievement, as well as with economists at the Federal Reserve. Do American schools encourage students to follow in the footsteps of Bill Gates or become ardent fans of globalization? Not really. But they certainly aren’t filling students with negative preconceptions and suspicions about businesses and the people who run them. Nor do they obsess about the negative side effects and dangers of economic activity the way French textbooks do.
French students, on the other hand, do not learn economics so much as a very specific, highly biased discourse about economics. When they graduate, they may not know much about supply and demand, or about the workings of a corporation. Instead, they will likely know inside-out the evils of “la McDonaldisation du monde” and the benefits of a “Tobin tax” on the movement of global capital. This kind of anticapitalist, antiglobalization discourse isn’t just the product of a few aging 1968ers writing for Le Monde Diplomatique; it is required learning in today’s French schools.
Resultados similares, creo, habrían obtenido en España. En nuestro caso nos lo contó hace tiempo, con una investigación que habría requerido algo más de sistematicidad, Manuel Jesús González, en "El empresario y la economía de mercado", una publicación del Círculo de Empresarios agotada hace tiempo y que el mismo Círculo, por fin, por fin, ha vuelto a publicar recientemente en formato pdf (3,6 Mb), como buena parte de sus publicaciones.
De sus conclusiones:
Esta metodología es utilizada para impregnar los textos de una gran carga emocional contraria al ethos del empresario, a la economía de libre empresa o Capitalismo, y a la honesta verdad de la ciencia. Se mezclan en ello colosales incompetencias, prejuicios anti-mercado y, a veces, propósito de persuasión dominando llamativamente sobre el deber de información.
Etiquetas: alemania, anticapitalismo, enseñanza, españa, francia
4 Comments:
Una consecuencia funesta más de la manía de tratar de enseñar de todo a los chicos en la escuela, en lugar de centrarse en lo básico. Olvidan lo básico y se meten en lodazales .... y de esos lodos vienen estos barros.
Salvatierra de Barros
By Anónimo, at 1/11/2008 9:10 p. m.
Hola Wonka. Yo creo que el problema es que a veces se nos olvida que la economía no es una ciencia exacta, sino social, y que lo que se enseña en estas clases no es algo políticamente neutral sino todo lo contrario: nuestra posición con respecto a la economía manifiesta nuestra manera de entender e imaginar el mundo. Y desde ese punto de vista lo que se enseña en los EEUU (y créeme, lo sé porque lo he vivido) no es menos sesgado que lo que se enseña en Francia, en Alemania o en España. Y la carga emocional (pro-capitalismo o anti-capitalismo) es igual de fuerte.
By Lunatrix, at 1/12/2008 11:51 p. m.
Pues hay una buena oportunidad para cambiar las cosas: la Ministra de Educación, Mercedes Cabrera, es autora de un libro reciente ("El poder de los empresarios") en el que se protesta por la mala imagen que los historiadores españoles han tenido en general de los empresarios y se defienden la función empresarial y el libre mercado.
By Unknown, at 1/15/2008 3:07 p. m.
Esa si que sabe enseñar!! (dijo una antigua alumna suya) :o)
By Lunatrix, at 1/16/2008 6:24 a. m.
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