WonkaPistas

24.5.05

La Iglesia y las metáforas traídas de lejos

En la discusión sobre la conveniencia de modificar el Código Civil para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, la Iglesia Católica ha utilizado una metáfora (más bien una comparación) que a mí me parece interesante, pero que no estoy seguro de que sea muy efectiva: la de la moneda falsa que desplaza a la moneda buena. No se puede negar que haya tenido un cierto curso, sobre todo en medios claramente católicos, pero no creo que sirva mucho para persuadir a esa notable parte de la amplia mayoría de españoles que se declaran católicos cuya práctica religiosa es más bien poca, así como lo es su seguimiento de los mandamientos. Tampoco tengo claro que sirva para persuadir a parte importante de esa (aparente) mayoría de la población a la que no le parece mal el matrimonio entre homosexuales.

El texto de la Conferencia Episcopal dice:

"Si el Estado procede a dar curso legal a un supuesto matrimonio entre personas del mismo sexo, la institución matrimonial quedará seriamente afectada. Fabricar moneda falsa es devaluar la moneda verdadera y poner en peligro todo el sistema económico. De igual manera, equiparar las uniones homosexuales a los verdaderos matrimonios, es introducir un peligroso factor de disolución de la institución matrimonial y, con ella, del justo orden social."

Los españoles seguramente sí sabemos lo que es el dinero falso, pero lo que no tengo tan claro es que conozcamos las consecuencias inflacionistas ("devaluación de la moneda verdadera") que tiene, sobre todo si se emite en cierta cantidad.

A mí, repito, la metáfora me resulta sugerente, me hace pensar, me abre la mente a la persuasión de quien la usa. No quiero decir que me convenza, pero me anima a prestar atención al argumento subyacente. En esto, de todos modos, yo me considero un "raro": en tanto que aficionadillo a lecturas de economía, sobre todo de la rama austríaca, la metáfora me parece inteligible, puede encajar en mis esquemas mentales.

Podría encajar también en los de quienes creen, como esos economistas austríacos, que la inflación es del todo un fenómeno monetario (crecimiento excesivo de la cantidad de dinero en circulación), pero han de ser muy pocos en España. También han de ser muy pocos los que han estudiado en la enseñanza secundaria o el bachillerato las políticas monetarias inflacionistas de algunos de nuestros Austrias. Y no creo que sean muchos, sobre todo en las generaciones más jóvenes los que, en un terreno más popular, recuerden aquella copla de Perelló y Mostazo sobre la "falsa monea". Lo que quiero decir con estos ejemplos, es que las metáforas son inteligibles en determinados contextos, pero no en otros.

Es decir, quizá la metáfora está traída de muy lejos de nuestra experiencia y de nuestros esquemas mentales (y nuestras creencias). Aristóteles, en su Retórica (Libro III, parte 3, parte 10) nos aconseja no usar metáforas traídas de muy lejos, pues pueden ser oscuras y difíciles de entender. No sé por qué pero me da que esto es lo que le pasa, en parte, a la Iglesia católica, que sus palabras, que sus metáforas suenan muy lejanas y dejan de cumplir su función, la de persuadir a un público, en este caso, relativamente tibio ante bastantes de sus mensajes.

3 Comments:

  • La institucion del matrimonio estaba ya muy devaluada antes del matrimonio homosexual.
    1-Se reconocen los hijos habidos fuera del matrimonio.
    2-Se asimilan al matrionio las relaciones de analoga afectividad.
    Realmente aunque tu no creas en el matrimonio si vives con una mujer ,tienes hijos,pasa el tiempo etc a efectos legales tiene el mismo valor que un matrimonio.

    By Anonymous Anónimo, at 5/24/2005 10:15 a. m.  

  • Afortunadamente la Iglesia tiene perdida su cruzada particular contra la homosexualidad.

    La sociedad, no sólo española, sino también europea, cada vez es más sólidamente favorable a que se considere a los homosexuales como personas con los mismos derechos, y no como metal de baja ley para moneda falsa. Los homosexuales tienen las mismas necesidades de tener pareja y formar un hogar que los demás, y aspiran a que su unión tenga la misma respetabilidad y los mismos derechos legales que las uniones heterosexuales.

    Respetamos el celibato sacerdotal, sin decir que es un peligro para el futuro de la familia, la natalidad y la seguridad social. Respetamos los casos de adopción de niños por sacerdotes (http://www.el-mundo.es/
    cronica/2002/346/1023102565.html) sin decir que esos niños están en malas manos por no tener la figura de una madre. Creo que los homosexuales se merecen por parte de la iglesia al menos el mismo respeto.

    Y menos metáforas hirientes, por favor, que a nadie le gusta que comparen la unión con su pareja con una moneda falsa e inflacionista. Un poquito de por favor, que estamos hablando de seres humanos.

    By Anonymous Anónimo, at 5/24/2005 12:46 p. m.  

  • En resumen cuando uno/a la diña genera un ingreso vía impuesto de sucesión y un gasto vía pensión de viudedad al estado. Lo lógico es que papi estado vaya cargando el impuesto a lo largo de la vida del finado con irpf e iva ( hoy es posible y no el siglo XIX ), en lugar de cobrar cuando se muera. Y el derecho a la pensión vaya a la pareja/o o a la persona o personas que se beneficie del testamento

    By Anonymous Anónimo, at 6/09/2005 11:33 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home