Una encuesta a personas mayores
A mí me han llamado la atención algunos datos, más bien, por confirmar cosas que son sabidas. Por ejemplo, los entrevistados tienen una media de 2,61 hijos (bueno, hijos/as, como dicen en la publicación), lo cual se corresponde casi exactamente con las tasas de fecundidad estimadas para los años sesenta, cuando el grueso de los entrevistados debió de tener su descendencia (1). Tienen, también como cabía esperar, muy pocos nietos: 3,93 de media.
Con tan pocos hijos (históricamente hablando), no extraña el siguiente juicio negativo sobre el cuidado a los padres mayores.
Son muchos (51%) los que creen que, en comparación con las generaciones anteriores, los hijos atienden hoy a sus padres peor que antes; bastantes más que los que creen que lo hacen mejor (7%).
De todos modos, la encuesta trasluce otra cosa que ya sabemos. Si estos mayores necesitan alguna ayuda, es casi siempre alguien de la familia quien se la presta; también los hijos. En el futuro, no está nada claro que vaya a ser así, por la creciente incorporación de la mujer al mercado de trabajo y por la decreciente descendencia, que hará más difícil el reparto de tareas entre los hijos. Imagínense si ya empiezan a echar de menos más ayuda estos padres con una media de 2,61 hijos, qué pensarán, por ejemplo, los que ahora tienen unos cuarenta años, con una media escasa de 1,3.
Serán el estado y las empresas privadas (y las ONGs) quienes cada vez más presten esas ayudas. El peso del estado será grandísimo en España: por propia iniciativa, por la costumbre a depender de él que hemos desarrollado y porque nuestra renta disponible tras impuestos (me refiero a la de toda la vida, no sólo en la edad avanzada) queda bastante escasa para "financiar" nuestra vejez.
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(1) Descontando, obviamente, los hijos fallecidos desde entonces.
1 Comments:
Pues el discurso feminista no es mi tema favorito, pero si no lo he entendido mal, los datos parecen sugerir una importante diferencia a favor de las hijas (frente a los hijos)en cuanto la prestación de casi cualquier tipo de ayuda al anciano (aunque los porcentajes de convivencia si son muy parecidos)Por supuesto, se pueden hipotetizar justificaciones para esta circunstancia (mayor probabilidad de hijo con empleo remunerado que de hija, mayor proximidad de residencia de las hijas que de los hijos, etc...) pero también es verdad que muchos no podemos negar la experiencia diaria de ver que, en numerosas ocasiones, esta distribución de roles y de reparto de responsabilidades sobre cuidados a niños y ancianos es bastante injustificada. Es verdad que las perspectivas no parecen maravillosas con la caída de la natalidad y la entrada de las mujeres al mercado laboral. A lo mejor una de las cosas que podría paliar algo el empeoramiento previsible, entre otras muchas medidas necesarias, es el que la dedicación a tareas de ayuda al anciano tuviera un "reparto filial" más equilibrado. Seguro que algunasn piensan que la situación futura de los ancianos puede no ser significativamente diferente a la actual porque lo mismo da que hoy estén asumiendo los cuidados mayoritariamente la mitad aproximada (hijas) de la descendencia, o que en el futuro los asuman la totalidad sean hijo o hija. Igual tienen razón y la cuenta se queda más o menos como está ¿No? Que conste que es un pregunta, no una respuesta.
Saludos
Isabel
By Anónimo, at 6/24/2007 3:29 p. m.
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