Alarmismo ecológico y apatía de los individuos
1. Ante todo, independientemente del tono de los mensajes, hay que entender que la mayoría de las veces, la solución de los (supuestos) problemas ecológicos se plantea en términos de la producción de un bien público mediante una acción colectiva, en la que tendrían que participar millones de personas. Siendo así, es lógica la actitud de apatía o de falta de compromiso: lo que cada uno puede aportar a la solución del problema es tan poco que no merece la pena, y, de todos modos, si se resuelve el problema, uno mismo se beneficiaría aun sin haber contribuido a ello.
Por otra parte, estamos acostumbrados a que, si se plantean así las cosas, la respuesta sea la habitual: el estado interviene de un modo u otro. "Ya lo hará" o "que lo haga", pensarán muchos ciudadanos, eludiendo la supuesta responsabilidad que pudieran tener.
Más allá del problema de acción colectiva, quizá serían bastantes los ciudadanos que, de todos modos, se sintieran llamados a ciertos comportamientos, es un decir, responsables. Entran en juego, entonces, otros obstáculos.
2. Los mensajes de catástrofe ecológica, de doom and gloom como dicen los anglos, podemos percibirlos como un ruido más de la discusión pública, ya bastante llena de ruidos. Bien se convierte en un elemento más del ruido de fondo con el que nos hemos acostumbrado a vivir, bien lo silenciamos, como tantos otros mensajes.
3. Esos mensajes no acaban de entrar a formar parte de nuestro conocimiento de las cosas, ni de manera intelectual ni de manera, perdón por el palabro, experiencial. No es que toda nuestra conducta la muevan conocimientos de este tipo, pero pueden ayudar. A mí me da la impresión de que ideas o fenómenos como el calentamiento global son, por sí mismos, muy difíciles de aprehender. Para ello se requiere tranquilidad, detenimiento, reflexión, atención prolongada, sosiego en la elaboración de juicios, cosas así. El tono apocalíptico de los mensajes periodísticos y de no pocos científicos no ayuda a ese tipo de conocimiento.
De todos modos, nos queda algo, en la forma de conocimientos superficiales, de palabras mágicas que repetir cuando la ocasión lo requiere, por ejemplo, en una conversación con nuestros amigos o vecinos. Como es improbable que alguno de ellos nos haga ver lo superficial o lo mágico de ese conocimiento (por desconocimiento de ellos mismos o por cortesía), seguiremos teniéndolo dispuesto para la próxima ocasión.
4. Los mensajes apocalípticos contribuyen a que afrontemos los problemas ecológicos con un sentimiento de inevitabilidad. La cosa es tan grave, de dimensiones tan enormes, implica a fuerzas tan fuera de nuestro alcance, que nada podemos hacer, nosotros, minúsculos humanos. Los héroes griegos se abrazaban a su destino; nosotros, que estamos para pocas heroicidades, nos encogemos de hombros ante él.
5. Si de verdad hacemos nuestros esos mensajes, lo normal es que produzcan en nosotros sentimientos de miedo y/o angustia. Muchos reaccionamos ante el miedo paralizándonos, o huyendo. La angustia también puede llevar a la inacción, o a maneras de reducirla que no implican afrontar directamente la causa de aquélla, sino distraer nuestra atención a cuestiones más agradables.
6. Los mensajes ecológicos apocalípticos siguen el habitual sentido de arriba (elites diversas) a abajo (público en general). Sin embargo, me da la impresión de que, en lo que tiene de auténtico, el movimiento ecologista surgió (en Estados Unidos, en Alemania) más bien de abajo a arriba. Es decir, partiendo de problemas locales, más fácilmente cognoscibles e integrables en la propia experiencia y en la propia conducta.
Tengo alguna idea más, pero está todavía más cruda que las anteriores. Seguro que los lectores de Wonkapistas las tienen más cocinaditas.
Etiquetas: debate público, ecología
12 Comments:
Tal vez el publico sospecha que las alarmas ecologicas sean falsas.
'Opiniones expertas' con gran peso en la prensa pronosticaban en los años 70 que habia petroleo para 30 años, que se acabaria la comida por la explosion demografica...
En los años 80 tuvo gran aceptacion la teoria del invierno nuclear: las emisiones de ceniza por una 3a guerra mundial provocarian casi una glaciacion. La erupcion del Pinatubo demostro que la teoria era falsa. Probablemente sus autores ahora estudian el calentamiento global.
Simultaneamente la subida esperada del nivel del mar por calentamiento u otras causas ha bajado de los 200 metros a los 50 centimetros... y sigue bajando.
Estas catastrofes anticipadas tuvieron un denominador comun: fueron pregonadas de manera visceral para atacar a la sociedad de consumo, o para ganar notoriedad. Si los mismos medios politico-periodisticos nos pronostican nuevos desastres ecologicos, una dosis de escepticismo se vuelve necesaria!
By Anónimo, at 5/15/2007 8:09 p. m.
Gracias Wonka. Ya ves que eres humilde: has dado hasta seis posibilidades :)
Yo me quedo con una mezcla de las dadas en 3, 5 y 6.
Paso a enlazar esto en el blog.
Un saludo esde las germanias!
By Anónimo, at 5/15/2007 9:17 p. m.
Yo imagino que las opiniones escépticas también han ayudado para que la psicosis se enfríe. A mayor vehemencia de los que defienden la teoria del calentamiento global, más fuerza tienen las opiniones contrarias, el público se preocupa y acaba consultando las opiniones contrarias también, con lo cual su actitud se modera.
Tampoco sería improbable que cuanto más apocalipticos sean los mensajes más nos recuerden a otros casos de psicosis mediática como las vacas locas, el 2k, la gripe aviar, etc. Por lo menos a mí me pasa.
s2 y enhorabuena por el blog wonka, lo añado a mi reader
By Anónimo, at 5/15/2007 9:48 p. m.
Podríamos sumarle esos estudios de los supermercados que compruebam que cuantas más opciones de compra, más difícil es tomar una decisión y se termina sin comprar. El cambio climático genera tal avalancha de datos (reales o no) que produce confusión y, por tanto, la imposibilidad de tomar una decisión sobre la acción personal. Especialmente sobre algo que puede esperar, como seguramente puede esperar la elección de un nuevo champú entre 250 marcas y variedades.
By Anónimo, at 5/16/2007 7:04 a. m.
El problema de estos alarmismos es que proponen como acción colectiva una serie de medidas que requieren de una economía fuerte (y bien diversificada) para sobrellevarlas. Una familia de clase media podra ser todo lo comprometida que quiera con la causa ecologista, pero no tendria la capacidad ni los recursos ni el tiempo para cumplir con los decalogos verdes (como el de Al Gore) por mas sencillos que se presente.
Afortunadamente aquí se cumple a rajatabla la ley de Murphy: mientras más sencilla parezca una tarea, más dificil será de cumplirla.
By GUILLE da MAUS, at 5/16/2007 7:50 a. m.
Wonka:
Creo que has dado en el clavo una detrás de otra.
Y los comentaristas también.
Al hilo de lo que dice 'otro comentarista escéptico' diré que la situación ahora se parece al cuento de 'El pastor mentiroso'. Llevan muchos años asustándonos con grandes tragedias que nunca suceden y ya no nos las tomamos en serio.
Y además, en el caso concreto del cambio climático y/o calentamiento global, hay otro factor. Cuando te interesas realmente por el tema -porque estás preocupado- y te pones a leer información de diversas fuentes, te das cuenta de que lo que dice la prensa es tremendamente discutible y de que el "consenso" de los científicos no es tal. Te surgen infinitas dudas sobre la veracidad de la información y de las conclusiones que se publican con tanta alegría.
By Fabián, at 5/16/2007 9:40 a. m.
Completando mi primera opinion, creo que la evidencia del calentamiento global aunque incompleta es solida, a diferencia de las teorias alli citadas. Falta confirmar la gravedad del problema y si hay mas causas, pero debemos tener en cuenta la advertencia del cuento del 'Pastor mentiroso' que recuerda Fabian.
Lo que me fascina es el aspecto social de estas 'profecias':
1. Siempre han existido cultos religiosos milenaristas.
2. Las iglesias protestantes del N de Europa y America llevan años reintegrando el culto a la naturaleza en la practica religiosa.
3. Aparecen nuevos movimientos pronosticando un apocalipsis ecologico. Hasta que punto son un fenomeno religioso?
En el caso de que lo sean, la reaccion del publico general a estas advertencias de peligro es la de los fieles descreidos de toda la historia: aceptamos de boquilla lo que nos predican en la iglesia, nos comportamos en la practica como si fuera falso.
By Anónimo, at 5/16/2007 12:12 p. m.
Hola a todos
Enhorabuena por el artículo y por el blog ha sido un agradable descubrimiento, ánimo y a continuar así.
En cuanto a la nota, nos trae un debate muy interesante, os envío unas ideas por si son de interés adaptadas desde otras ópticas. No soy sociólogo y eso me permite, si me disculpáis, cierta herejía conceptual.
Una desde la ecología.
Si entendemos las catástrofes como un “cambio” y la gravedad como la “intensidad del cambio” que sucede en nuestro medio ambiente, podemos postular que la gravedad es inversamente proporcional a su frecuencia (margalef) . Esto desencadena que cuando los medios de comunicación insisten en el alarmismo, la sociedad percibe el hecho con un período de retorno amplio, como “algo” temporalmente lejano que sólo sucede una vez cada mucho tiempo. Un ejemplo, la gravedad de un tsunami es alta, su frecuencia afortunadamente es baja y no ocurre todos los días, con lo cual el alarmismo ecológico que se despierta frente a esta catástrofe o cambio se percibe como algo excepcional lejano, ajeno a mi día cotidiano.
Esta visión esta vinculada con la percepción del cambio o la catástrofe como algo instantáneo, se aproxima a una geografía cultural de eventos o acontecimientos.
Otras desde la geografía de la percepción.
Existen espacios culturales ligados a zonas del globo más proclives a sufrir desastres naturales. Si el alarmismo tiene por objeto un fenómeno no vinculado a mi espacio cultural lo percibo como algo alejado espacialmente de mi vivencia cotidiana.
Esta visión se deja vincular con la geografía cultural estructural sobre la que el individuo siente que no puede operar en principio de forma directa.
un vínculo un estudio sobre la difusión de las noticias sobre la ecología.
http://ensciencias.uab.es/webblues/www/congres2005/material/comuni_orales/4_Procesos_comuni/4_2/Enrique_498.pdf
Otro comentario al hilo de los comentarios el cambio climático acelerado es un hecho demostrado científicamente, otra cuestión es el papel del hombre como agente en dicho cambio. La cuestión de debate es el tratamiento que se le hado en los medio de comunicación que quizás sea la causa de la reacción social de pasotismo.
By Anónimo, at 5/16/2007 5:50 p. m.
Justamente la cuestion del debate sobre este "hecho demostrado cientificamente" (que en realidad no lo es tanto), es lo que está no sólamente ausente en los medios, sino combatido por ellos.
Eso, sin contar con el empobrecimiento del debate en sí que muchos buscan limitar a la mesa redonda de exposiciones concernientes a una sola posición.
No es que el público se de mucha cuenta de esto, sino que la propuesta ecologista en sí es tan impractica como irrealista, y no es dificil advertir que la pose medioambientalista esta más cargada de figuración y subjetivismos que de una verdadera preocupación por el bienestar del hombre, quien debe ser el fin último de tanto amor por el entorno.
By GUILLE da MAUS, at 5/17/2007 7:34 p. m.
Creo que la explicación de la tragedia de los comunes es la más sencilla y la más válida.
No creo que la mayor parte de la gente sea escéptica respecto al cambio climático y creo que no es eso lo que dicen las encuestas.
Simplemente estamos ante un gigantesco problema de acción colectiva y por eso la gente no actúa individualmente pero sí acepta actuar colectivamente (por ejemplo, se muestra de acuerdo con las medidas que dicen los políticos que hay que adoptar para luchar contra el cambio climático, vota a líderes políticos que dicen que hay que hacerlo...)
By Josu, at 5/18/2007 9:34 p. m.
Una pista más sacada de este artículo de The Economist:
http://www.economist.com/displayStory.cfm?story_id=9210834&fsrc=RSS
Los libros, publicaciones, conferencias, etc. sobre qué tienen que hacer los ciudadanos para ser "medioambientalmente correctos" son leídos fundamentalmente por gente que ya está convencida y que ya actúa de esa manera en la medida de sus posibilidades.
Es decir, como indica el título del artículo, es "predicar a los conversos".
Saludos
By Fabián, at 5/22/2007 11:40 a. m.
Yo también creo que el alarmismo sólo consigue, o bien una preocupación superficial (hoy apago la luz cinco minutos, pero mañana me olvido), o bien un adocenamiento en torno a un líder. Es más complicado enviar un mensaje de responsabilidad individual realmente efectivo, y eso no le interesa ni a unos poderosos (ecologistas) ni a otros (empresas contaminantes), siempre es mejor tener a la gente apática y sometida, y ya se repartirán ellos los beneficios.
Generalmente cuando no hay una solución clara para un debate, es que el debate está mal planteado. En este caso, el debate no es si la Tierra se está calentando o no, sino qué clase de mundo queremos, si uno en el que se gasta energía a espuertas, u otro en el que se gasta con sensatez y aprovechando la capacidad de regeneración de la Naturaleza. Pero ese debate requiere más esfuerzo mental por parte de dominantes y dominados, que no saben ver más allá de sus narices y de su bolsillo.
A.B.
By Anónimo, at 5/30/2007 2:04 p. m.
Publicar un comentario
<< Home