WonkaPistas

4.7.05

Los años de la droga y el SIDA (gráficos curiosos X)

El otro día rememoraba con un vecino nuestros tiempos de adolescencia, que no fueron precisamente agradables en algunos de los barrios de nuestra ciudad (en la provincia de Madrid). Ambos coincidimos por entonces, sin conocernos, en uno de los barrios más difíciles, de aquéllos en que más prendió el consumo de heroína. Él vivía en ese barrio; yo sólo tenía allí amigos del colegio y cuando pasé al Instituto muchas de esas amistades simplemente se disolvieron. Él vivió muy de cerca la decadencia física y moral de muchos de sus compañeros de correrías y ha llegado a contar varios fallecidos entre ellos. Fallecidos muy jóvenes, en la veintena o la treintena, por causas directa o indirectamente asociadas al consumo de heroína, fundamentalmente, por sobredosis y, sobre todo, por la plaga característica de los que se inyectaban heroína en los años setenta y ochenta, el SIDA.

A raíz de esa conversación, que para mí, tantos años después y sin haber vivido de cerca esas muertes, tuvo sobre todo un interés sociológico, intenté imaginarme cuál había sido el peaje mortal de aquellos años grises. Nunca he visto las estadísticas, pero pueden reconstruirse, grosso modo. Se puede hacer de varias maneras, pero una muy sencilla es calcular qué proporción de los nacidos veinte o treinta años antes murió a esos veinte o treinta años de edad, en el periodo que nos interesa, cuando esos colegas de barrio los cumplieron, allá por el comienzo de los años noventa. El gráfico siguiente (click para ampliar) recoge esa información y muestra con crudeza que el peaje no fue pequeño.


El gráfico incluye sólo algunas edades, por mor de la simplicidad. Se observa muy bien cómo empieza a ascender la mortalidad de los varones jóvenes a comienzos de los años ochenta y cómo alcanza su cima en la primera mitad de los años noventa. El mayor incremento se da en las tasas de fallecimiento de los treintañeros, que llegan a duplicarse con creces, pero las de los veinteañeros también crecen mucho, llegándose a multiplicar por 1,5. Como contraste, he incluido las tasas de los quinceañeros, que no varían (aunque, probablemente, deberían haber estado cayendo, como hicieron, precisamente desde comienzos de la década de los noventa).

Que el SIDA es responsable de gran parte de esas muertes prematuras (estas sí, y no la mayoría que se asocian al tabaco) lo prueba el siguiente gráfico, en el que se recogen, sobre todo, los fallecimientos de varones por "trastornos de la inmunidad" (esto es, por el SIDA). Se ve claramente cómo la tasa de mortalidad se comporta de manera similar a como lo hacía en el gráfico anterior.


Tras la cima de muertes parecen estar recuperándose las tasas normales, una vez "controlada" la epidemia de SIDA, en gran parte por la transformación de los hábitos de consumo de heroína, pues se ha pasado de compartir jeringuillas a no hacerlo y de la inyección a la aspiración.

En fin, cada uno va reconstruyendo y asentando su memoria como puede. Éste que les escribe, a veces, sólo sabe hacerlo con dibujitos y números. Pueden parecer fríos, pero las (enormes) dimensiones quedan claras, y siempre habrá otros con mayor capacidad poética o filosófica para otro tipo de balances.

5 Comments:

  • ¡Buenísimo! Coinciden las gráficas con información sobre las casas de acogida para enfermos de SIDA. Los años 90 a 94-95 fueron los años de las casas para enfermos de SIDA, una actividad de las ONGS dedicadas a ese colectivo en las que se acompañaba a bien morir. A partir del 95-96 esos centros empezaron a reconvertirse en lugares donde la muerte no era el factor cotidiano y hubo que empezar a enseñar a vivir de nuevo, a enseñar y aprender a vivir con la enfermedad. Posteriormente las casas han desaparecido, la enfermedad se vive como enfermedad crónica en un entorno menos aislado.

    By Blogger Salvatierra de Barros, at 7/04/2005 12:37 p. m.  

  • Gracias por el post, que a algunos nos llega más adentro que a otros (cuestión de suerte). Sólo una cosa, ¿hay algún motivo (disponibilidad de datos, etc.) para tener en cuenta sólo varones? Se tiene la imagen típica del heroinómano varón, pero... en fin...

    By Anonymous Anónimo, at 7/04/2005 7:29 p. m.  

  • Serlio, la verdad es que ni he pensado en hacerlo para mujeres, pues la inmensa mayoría de los heroinómanos han sido varones, y nuestros compañeros de juegos (es un decir) eran sólo chicos. Intentaré hacerlo un día de éstos para las chicas, aunque tiene su labor. Imagino que algo se verá, pero mucho menos, pues ellas se engancharon mucho menos y murieron mucho menos de SIDA.

    By Blogger Wonka, at 7/04/2005 8:11 p. m.  

  • No, si es mucho trabajo no te preocupes, tampoco creo que vaya a aportar mucho más, total, el mensaje ya está suficientemente claro.

    By Anonymous Anónimo, at 7/04/2005 9:42 p. m.  

  • caballeros, disculpen mi comentario tan poco sociològico.. pero es que los nùmeros duelen! he visto de cerca (por suerte y elecciòn personal no lo he experimentè en carne propia) la destrucciòn neurològica, moral, psicològica y inmunològica, de personas vacìas.... duele!
    Jacinta

    By Anonymous Anónimo, at 7/05/2005 6:29 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home