Si eras un solitario en el instituto, lo llevas claro profesionalmente
Para ello, utilizan una pregunta que se les hizo en 1975 por la que tenían que nombrar hasta tres "mejores amigos" que tuvieron los entrevistados en su clase en el último año de high school y a partir de esa pregunta se puede clasificar a los individuos según el número de "mejores amigos" que mencionan y según el número de menciones que reciben. Las categorías que utilizan son las de: "aislados" (aquéllos que deliberadamente no promueven vínculos con los demás ni los reciben), "aduladores" (aquéllos que intentan estar muy conectados pero que no ven recompensados sus esfuerzos), "receptores" ("el prototipo de los actores sociales prestigiosos en tanto que reciben aprobación social sin necesidad de llegar a pactos de amistad con otros compañeros de clase") y "mediadores" (los que reciben menciones y a su vez las hacen; esto es, la mayoría de la gente).
Lo interesante es que una clasificación tan sencilla se refleja tanto en los salarios futuros (35 años después) como en otras relaciones futuras de los entrevistados, independientemente de las características de la familia de procedencia, de las de sus escuelas, de sus capacidades cognitivas, de sus rasgos de personalidad o de otras habilidades y decisiones ulteriores que podrían ser relevantes. Así, por ejemplo, los aislados tienden a casarse menos, a estar menos implicados en asociaciones voluntarias, a tener menos contactos con amigos y familiares y a utilizar menos los contactos informales para buscar trabajo. Asimismo, los aislados ganan, 35 años después, no lo olvidemos, entre un 25 y un 43% menos que la media, dependiendo de las variables de control. Los "receptores", por el contrario, ganan entre un 26 y un 33% más que la media.
Es decir que en el "éxito" socioeconómico pueden importar cosas muy variadas, tales como la inteligencia (una gran parte de la cual es, digámoslo de manera sencilla, innata), el medio social del que se procede (nivel socioeconómico de la familia, del barrio, de la escuela...), la personalidad de cada uno (también bastante heredada genéticamente), y, entre otras cosas, las habilidades de relación social que uno haya ido cultivando en su periodo de socialización entre iguales (en el colegio o el instituto).
Una última cosa, dirigida esta vez a los padres: es posible que esas habilidades de relación social pueden mejorarse mediante las técnicas correspondientes (igual que puede aprenderse cómo parar a los típicos matones en clase, los bullies, que dicen ahora). Estos dos últimos vínculos via joannejacobs.com.
3 Comments:
Según eso yo me debería estar muriendo de hambre, poco menos... :(
By Reboot, El Diablillo Cojuelo, at 7/29/2005 7:50 p. m.
Vaya, debi aprender a jugar al mus en la Universidad en vez de tanta Contabilidad de Sociedades...
By Anónimo, at 7/29/2005 9:37 p. m.
Demasiado tarde, chicos :-)
By Wonka, at 7/29/2005 10:33 p. m.
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