La jihad también se fabrica en Europa
"What was once unquestionably an import has gone native, mutated, and grown. Some of what the Europeans are now confronting--and for the United States this is very bad news--is probably a locally generated Islamic militancy that is as retrograde and virulent as anything encountered in the Middle East. "European Islam" appears to be an increasingly radicalizing force intellectually and in practice. The much-anticipated Muslim moderates of Europe ... have so far not developed with the same gusto as the Muslim activists who have dominated too many mosques in "Londonistan" and elsewhere in Europe. Moderates surely represent the overwhelming majority of Muslims in Europe, but like their post-Christian European counterparts, they usually express their moderation in detachment from religious affairs"
"In Europe as elsewhere, Westernization is the key to the growth and virulence of hard-core Islamic radicalism. The most frightening, certainly the most effective, adherents of bin Ladenism are those who are culturally and intellectually most like us. The process of Westernization liberates a Muslim from the customary sanctions and loyalties that normally corralled the dark side of the human soul. Respect for one's father, an appreciation for the human need to have fun, a toleration of eccentricity and naughty personal behavior, the love of art and folk music--all are characteristics of traditional mainstream Muslim society wiped away by the arrival of modernity and the simultaneous spread of sterile, esthetically empty, angry, Saudi-financed Wahhabi thought. In this sense, bin Ladenism is the Muslim equivalent of Western totalitarianism. This cleaning of the slate, this break with the past, is probably more profound in the Muslim enclaves in Europe--what Gilles Kepel called les banlieues de l'Islam--than it is in the urban sprawl of Cairo, where traditional mores, though under siege and badly battered by modernity, nevertheless retain considerable force."
De Gerecht puede verse también este interesante librito: The Islamic Paradox.
Barcepundit refiere otros artículos sobre el factor "enemigo en casa".
2 Comments:
La existencia de guerras santas gestionadas desde el interior de los territorios que atacan plantea el problema de los límites de la democracia. No se distingue demasiado de debates como, por ejemplo, si puede o no existir un partido político como Batasuna.
La pregunta es: ¿tiene un Estado democrático derecho a luchar contra (y, eventualmente, expulsar de su seno) a quienes quieren destruirlo?
Planteemos las cosas así: ¿tiene derecho un cuerpo a luchar contra un virus que está minando, digamos, su hígado?
No entiendo la sorpresa alrededor del hecho de que el radicalismo musulmán se extienda en el mundo democrático. La pregunta es qué barrera existe para que ello ocurra, si el mundo democrático permite, por ejemplo, que en su seno, en sus ciudades, en sus barrios, un padre venda (con todas sus letras) el matrimonio de su hija. Mira que sería fácil dictar una ley en la que, cuando menos, la mujer tuviese la potestad de negarse a un matrimonio impuesto y reclamar la tutela del Estado para su libre decisión. Pero no se hace.
Hay toda una teoría oficial, la de la famosa alianza de civilizaciones, que sostiene que todo se sustenta en la incomprensión (aunque sólo se habla de un vector de dicha incomprensión, el que va del rico al pobre). Esta teoría desconoce la Historia. España, sin ir más lejos, fue masacrada por el fundamentalismo musulmán magrebí cuando era gobernada por musulmanes, así que a ver dónde está la tan cacareada incomprensión.
Se dice: el problema es la pobreza. Teoría ésta que provoca otra pregunta: ¿acaso las diferencias entre ricos y pobres no han existido hasta hoy? Porque hasta hoy no hemos tenido este problema. De hecho, quienes defienden que los terroristas son insurgentes y guerrillas y gustan de apoyarse para ello en ejemplos como la resistencia francesa o la guerra de la independencia española, deberían aclarar exactamente quién, qué día, a qué hora, entre los años 1808 y 1814, provocó una matanza indiscriminada de inocentes, transeúntes, hombres, mujeres y niños, con el objetivo de provocar la salida de José Bonaparte de España.
Item más, siendo como es, por ejemplo, Haití uno de los países más pobres del mundo, ¿cómo es que no hay comando haitianos por ahí poniendo bombas en los paritorios?
Decir que la culpa de que alguien mate a 200 personas en un tren es de la pobreza es insultar a los pobres. Aparte de desconocer que esos pobres tienen terminales en países como Qatar, Omán o Arabia, que son más ricos que los ricos.
By Anónimo, at 7/19/2005 1:54 p. m.
Yo suprimiría el "también" y dejaría la frase en "La jihad se fabrica en Europa", o mejor aún en Occidente (Norteamérica no queda excluida). Puesto que los "cerebros" que planifican los ataques a menudo se han formado en las mejores escuelas y Universidades occidentales, empezando por el propio Bin Laden.
Claro que ellos usualmente no se suicidan, para eso buscan gente de menor formación que son fácilmente influenciables. Los musulmanes "de a pié" tienen bastante con trabajar para ganarse el pán de cada día, y no tienen la formación técnica necesaria para fabricar bombas, ni para crear organizaciones con la capacidad de planificar atentados.
By Teresa, at 7/20/2005 7:40 p. m.
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