WonkaPistas

30.11.05

Por qué los padres pueden influir muy poco en sus hijos

El título de esta anotación se corresponde con el slogan de portada de un libro, interesantísimo, que estoy leyendo: El mito de la educación, de Judith Rich Harris. Probablemente ya lo conozcan muchos de ustedes, pues se publicó hace cinco años. Se lo recomiendo encarecidamente, a pesar de no haberlo acabado. A mí me está haciendo pensar mucho, pues argumenta, con mucho fundamento, en contra de ideas que para mí, hasta ahora, eran más que obvias. Fíjense como comienza el prólogo:

Este libro tiene dos objetivos: el primero, disuadirte de la noción de que la personalidad de un niño --lo que solemos llamar su "carácter"-- es formada o modificada por los padres del niño; y el segundo, ofrecerte un punto de vista alternativo sobre cómo se forma la personalidad del niño.

Y así todo el libro, intentando sistemáticamente demostrar lo poco acertado de la primera idea y argumentar a favor de su "teoría de la socialización grupal", nombre poco afortunado según la propia autora, pues su teoría "tiene que ver con el desarrollo de la personalidad, no sólo con la socialización" (p. 217). El grupo fundamental al respecto es el de los iguales del niño: los otros niños cuando es niño, sobre todo.

Aquí
pueden ver una buena reseña de libro. Aquí, la página web de The nurture assumption, el título original (más adecuado que el título en castellano, por cierto), en la que pueden leer el capítulo 1 y el 4, en inglés. Aquí, una entrevista con la autora en la siempre interesante página web de Edge, en la que la autora sintetiza con mucha claridad, e incluso crudeza, sus argumentos. Por ejemplo:

Many studies have shown that verbal, literate parents tend to have verbal, literate kids. Parents who talk to their kids a lot tend to have kids with an above-average vocabulary. Parents who read to their kids tend to have kids who become good readers. This evidence comes packaged with a moral: If you want your kid to get into Harvard, you'd better start drilling him 18 years before his application is due.

The trouble is, the evidence is ambiguous. It's clear that children resemble their biological parents; what isn't clear is why. Is it the environment the parents provided, or is it the genes they provided? Just knowing there's a correlation isn't enough — we have to tease apart the effects of the genes from the effects of the home environment. One way to do it is by looking at adopted kids. And what we find is that the correlation disappears. The adopted child reared in a let's-read-a book-together home ends up no smarter, on the average, than the one reared in a don't-bother-me-I'm-watching-TV home. As far as Harvard is concerned, it doesn't make a dime's worth of difference whether the kid grew up listening to Mozart or Muzak.

A mi, por ahora, me está haciendo pensar mucho en cómo criamos a nuestros hijos y me está haciendo reflexionar sobre muchas cosas que damos por supuesto. Aprovechen ahora para comprarlo. Quizá lo encuentren muy barato en librerías con saldos o restos de series. Yo me lo compré este fin de semana por 3 euros en una "feria del libro de ocasión" en donde vivo.

9 Comments:

  • Descubrí el libro a través de algún comentario de Pinker en La tabla rasa, o Arcadi Espada en su blog. Efectivamente es muy interesante tanto por sus tesis anticonstructivistas, como por las notas biográficas del principio, relatando su caída del caballo culturalista.

    Por otra parte está es la página de un sociólogo de la educación que en los últimos tiempos se está desmarcando de los mitos pedagógicos que son el último refugio intelectual del buenismo utópico de mayo del 68: http://www3.usal.es/~mfe/enguita/

    By Blogger Libertariano, at 11/30/2005 10:54 a. m.  

  • de dónde ha sacado este autor sus estadísticas? yo creo recordar haber visto estudios que dicen todo lo contrario, sobre niños adoptados frente a hijos de la misma madre biológica que no fueron dados en adopción.

    By Anonymous Anónimo, at 11/30/2005 11:21 a. m.  

  • estoy casi seguro de que el libro es del 97. es la extensión de un artículo del 95, que escribió tras ser animada a ello por pinker. lo interesante, aparte de como intenta resolver la pregunta de 'qué es el ambiente', es tambien como describe algunas de las miserias de la psicología académica. por no estar vinculada a universidad alguna, hubo quien la puso de vuelta y media y tuvo problemas para conseguir publicar su importantisimo articulo del 95.
    por qué los padres sólo aportan los genes? porque, para un niño, no le aporta nada maximizar la similaridad con los padres, dado que a ellos ya los tiene ganados, y sí que le aporta mucho parecerse a su grupo de iguales. los padres van a seguir invirtiendo en el niño se les parezca más o menos. con los recursos que cuesta criar a uno, como para tirar toda esa inversión está uno! sin embargo, como niño, te interesa hablar como tus iguales, tener iguales valores que tus iguales, pensar de similar modo sobre el mundo, ya que la 'disidencia' no hay piedad.

    By Anonymous Anónimo, at 11/30/2005 12:10 p. m.  

  • Como siempre, gracias por los comentarios.

    Aleatorio: grosso modo, el argumento del libro es el que haces tú. El libro en inglés debe de ser de 1997/98; en español se publicó en 1999 o 2000 (tiene el copyright de 1999, pero el ISBN de 2000).

    Sofía: la verdad es que es un libro muy bien documentado.

    Libertariano: Enguita, como le conocemos en la profesión, es un sociólogo de izquierdas, pero lleva, efectivamente, unos años alejándose de algunos de los mitos de la pedagogía que tú llamas del buenismo. Otro sociólogo de la educación, también de izquierdas, muy aprovechable es Julio Carabaña:

    http://www.ucm.es/info/socio6ed/Profesorado/jcm/caraba.htm

    By Blogger Wonka, at 11/30/2005 12:30 p. m.  

  • Salvatierra: en parte, lo que dices es compatible con la teoría de Judith Lee Harris. Por cierto, espera antes de comprarte el libro. Voy a intentar comprar unos cuantos ejemplares para los amigos.

    By Blogger Wonka, at 12/01/2005 10:33 a. m.  

  • Salvatierra: uno de los propósitos del libro es, precisamente, 'desresponsabilizar' a los padres. Hay culturas, por ejemplo, en las que los padres no hablan a sus hijos. No encuentran sentido a hablar a alguien que no te va a responder. Y, aún así, los chavales terminan siendo competentes en el lenguaje. Hay culturas en las que el castigo físico es habitual y los hijos no salen zumbados por dos cachetes. (No estoy hablando de atar a tus hijos a la pata de la cama y alimentarlos con lonchas de queso por debajo de la puerta, claro).
    Sin embargo, en nuestra cultura, que marca también el modo de llevar la paternidad, uno es un monstruo si no se dedica a hablar y hacer carantoñas a sus retoños y si alguna vez se le va la mano. Uno se siente mal si apunta a los hijos a tareas extraescolares. Pero también se siente uno mal si les agobia con cientos de tareas. Parece que ser padre es tan complicado y el papel de los padres tan importante que siempre hay razones para la frustración.
    Pero no hay razón para tanto temor. Como especie no habríamos llegado a donde estamos si la socialización de los recién llegados fuera tan dependiente de la actuación de los padres.
    Por otro lado, lo curioso es cómo los padres que pegan a sus hijos, en nuestra cultura, sí que tienen hijos con conductas más antisociales. ¿Por qué? No porque las tortas los hagan así, sino porque la base genética de los padres que no entran en la cultura dominante (no pegar) se transmite a los hijos.
    ¿Se nota que es un tema que me gusta?

    By Anonymous Anónimo, at 12/01/2005 8:30 p. m.  

  • Al final se acaba llegando al sentido común, porque, al margen del ¿rompedor? concepto de la influencia de los amigos prioritaria a las de los padres, es importante destacar ese "camino de dos direcciones" sobre el que ya Harris insiste para clarificar que también los niños "encaminan" lo que será su educación... Por mi parte sigo sin entender esa manía de seguir haciendo grupos, niños y adultos, cuando no veo una razón de peso para,cualitativamente, distinguirnos. Nos encontramos en diferentes estadios de madurez, pero con excepción del periodo de lactancia, eso se produce a lo largo de toda nuestra vida. Somos diferentes, pero eso no debería ser un obstáculo, antes una ventaja, para buscar similitudes de trato...

    By Blogger zoquete, at 4/02/2006 5:29 p. m.  

  • Comparto con zoquete sus argumentos!!!

    El sentido común=madurez que solo se adquiere con EXPERIENCIA VITAL, SUFRIMIENTO Y RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS.

    Los conflictos entre familia e hijas/os; entre amigas/os no es negativo si se SUPERA y se asientan BASES de CONFIANZA, RESPETO, SOLIDARIDAD.

    Pero nuestra sociedad nos ha hecho pensar que el conflicto (la dialéctica entre puntos de vista) es "mala". Cuando solo el conflicto, los bajones de ánimo, las crisis, son las que nos hacen SER CONSCIENTES de lo que somos y queremos y AVANZAR y PROGRESAR como personas, grupos y humanidad.

    Sí, de acuerdo en que no hay niñas/os, adultas/os y mayores sino GRADOS DE MADUREZ. Mi abuela es más niña (creativa, ilusionante, divertida) que muchas/os niñas/os consentidas/os con artilugios (juguetes) de todo tipo (y sin cariño, educación, castigos, capacidad para tomar decisiones y asumir responsabilidades y aprender).

    By Blogger Mentxu, at 4/28/2006 7:24 p. m.  

  • La influencia de los padres es fundamental al principio, cuando son el único contacto de los niños con el mundo. A medida que van creciendo son menos importantes, desde luego. Es al principio cuando deben hacerles carantoñas, mostrarles su amor, hacérselo evidente. Después también, pero ya tiene menos valor para el niño, que tiene otras referencias.

    Y por supuesto que quienes son pegados tienen conductas más antisociales. Porque aprenden que pegar está bien a veces, y utilizan la violencia en sus relaciones sociales. Pegar a un niño está mal. No hay que meter en la cárcel al padre que lo hace, pero sí decirle que está absolutamente equivocado. Y que su hijo lo pagará. No se trata de que se sienta culpable, sino de que asuma su responsabilidad como padre y haga lo correcto. Por su hijo, que para eso lo ha traído al mundo.

    Hay que desresponsabilizar a los padres de aquello que no es su cometido: aprender matemáticas, música, dibujo. Pero en materia emocional y afectiva la suya es infinitamente mayor que la de todos los demás.

    El problema de la tesis de Harris es que habla de niños adoptados como si fueran objetos que pasan de una familia a otra. Los niños adoptados en general han sufrido un acontecimiento traumático, como es cambiar de padres, y es más probable que tengan dificultades para relacionarse con los demás y por tanto para salir adelante en la vida en todos los ámbitos, incluido el profesional. No es tan importante la educación intelectual que le den sus padres adoptivos como la educación emocional que le den; y en esos casos tienen una carencia tan tremenda que es realmente difícil darles todo lo que les falta. Harris no conoce la familia biológica de los niños adoptados, no sabe cómo han sido sus primeros años, por tanto su análisis es completamente inútil.

    A.B.

    By Anonymous Anónimo, at 4/09/2007 5:15 p. m.  

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