Irán y la "felicidad política"
Marina construye el libro a partir de la idea de que los humanos perseguimos la felicidad--whatever that means--y, por tanto, necesitados una sociedad que nos facilite esa persecución. Es lo que llama "sociedad feliz" (como lo oyen), y de ahí el concepto "felicidad política" (también como lo oyen): "la felicidad de la polis, de la sociedad".
Quizá para no sonar demasiado raro, Marina nos proporciona algunas muestras del vínculo entre política y felicidad, extraídas de varias constituciones. La española de 1812, la Declaración de Derechos de 1776, la de Corea del Sur y... --que viva, que viva la Alianza de las Civilizaciones-- la de Irán. Sí, créanme, la de esa señora democracia y sociedad justa y feliz, la iraní. Que sí, que sí, que no les engaño. Está en la página 17 del libro.
Lo mejor, de todos modos, es la cita que extrae de la constitución iraní, aparentemente inocua:
La república islámica de Irán tiene como ideal la felicidad en toda sociedad humana
Espero fervientemente que los profesores se encuentren con algún alumno díscolo que pregunte al profesor qué entendimiento de la felicidad tienen los que promulgaron esa constitución, y que el profesor sepa responder. Así se planteará un debate interesante, que llevará a una consecuencia lógica: es muy difícil ponerse de acuerdo sobre qué significa una sociedad feliz.
Pero peor lo tendrá el profesor si otro alumno díscolo (o el mismo), de esos que están con la "interné" todo el día y, encima chapurrea inglés, se da cuenta del artículo en que se inserta esa afirmación sobre la beatífica república islámica. Es éste, en su versión inglesa:
Article 154 [Independence, Support of Just Struggles]
The Islamic Republic of Iran has as its ideal human felicity throughout human society, and considers the attainment of independence, freedom, and rule of justice and truth to be the right of all people of the world. Accordingly, while scrupulously refraining from all forms of interference in the internal affairs of other nations, it supports the just struggles of the freedom fighters against the oppressors in every corner of the globe.
Es decir, Marina ha sacado su cita iraní apoyando la idea de la relación entre felicidad y política del artículo en el que se justifica, con buenas palabras, eso sí, el apoyo a grupos terroristas como Hezbolá, Hamas o algunos de los que operan actualmente en Irak.
La felicidad humana, ¡ah!
Etiquetas: educación, educación para la ciudadania, felicidad, irán
10 Comments:
Parece claro que la asignatura no va a pasar de sustituto barato de Filosofía. Se debería establecer un proceso de peer review también para libros (aunque en teoría lo deberían hacer las autoridades que aprueban los libros, o pasan de todo o tienen agendas políticas que avanzar).
By Anónimo, at 10/19/2007 9:14 a. m.
Hay algunos manuales más bestias:
"En 1789 la Revolución Francesa
terminó con el absolutismo,
devolvió a la gente el poder
e instauró un régimen
de igualdad y libertades
individuales que
se llamó liberalismo.
En 1917 otra revolución,
en Rusia, derrocó a los zares,
devolvió al pueblo el poder e
instauró un régimen
de igualdad y libertades
colectivas que se llamó socialismo.
En ambos casos, pero de forma
distinta, renació la vieja
democracia inventada muchos
siglos atrás por los griegos."
(Ediciones del Serbal, pág. 64)
Pero hay que reconocer que lo de la felicidad de Marina está muy bien. No lo he visto, pero seguro que no cita a Bentham. Ese concepto de felicidad no creo que le interese.
By teramenes, at 10/19/2007 1:39 p. m.
Asombroso lo de Marina, y más asombroso aún lo de ediciones SErbal.
Espero que sigas comentando el libro de Marina.
By Enrique Baltanás, at 10/19/2007 2:02 p. m.
Pasotaman dijo:
>>>en teoría lo deberían hacer las autoridades que aprueban los libros
Afortunadamente, en este país las autoridades no tienen que aprobar los libros. No existen libros aprobados y otros censurados.
Esto no significa que esté de acuerdo con estos manuales de EpC. Recomiendo leer el análisis que ha hecho la Fundación FAES (aun con el sesgo evidente que se le debe suponer a su análisis) de los libros de EpC en http://www.fundacionfaes.es/
By Manuel Delgado, at 10/20/2007 6:32 p. m.
Me sumo a los ánimos para que cuando le sea posible siga con el comentario del libro de Marina. Muchas gracias.
By Rafael Palomino Lozano, at 10/20/2007 9:10 p. m.
Como te lo pasas Wonka, perplejo me has dejado con lo de la reseña a la constitución iraní, en un libro de una asignatura con tan poca tradición no me quiero ni imaginar la de gazapos y excesos que habrá...
By Roke Iñaki Oruezabal, at 10/22/2007 5:50 p. m.
qué pasado de moda!
es como leer a un autor (eso sí, sudeurupeo, no alemán, ni anglosajón) del s. 18!
... uno de esos que hablaba de "la felicidad de los pueblos" a la que conduciría el progreso indefinido, y que se basa en un contrato social, etc., etc.
Eso estaba bien para entonces, pero... no para el s. 21...
perdona Wonka, pero es que parece que los espanoles están -real y verdaderamente- retrocediendo en el tiempo,
y están convencidos de ir hacia adelante. Pero van hacia atrás, en todo sentido.
Perdonen la sinceridad, afortunadamente, parece que aún gente más de vanguardia que se den cuenta de lo passé de estas teorías.
Y dime, las ensenan en el colegio? qué poco espíritu crítico!
Lo siento, espero no ofender a nadie,
un abrazo!
By Marta Salazar, at 10/22/2007 6:06 p. m.
Para no ser menos que los compañeros, le pido que nos siga ilustrando.
Una duda tengo, yo que no tengo hijos en edad de adoctrinar: ¿cómo va lo de la oposición a la asignatura?¿han rodado cabezas? ¿se conoce algún caso de 'desobediencia civil' a pesar del clima tan hostil a su desarrollo?
¿La Sargento Fashionaria ha sacado el látigopor fin?
Enhorabuena por el blog
By Armando, at 10/23/2007 5:54 p. m.
Wonka, no he leído el manual de EpC de Marina, ni tengo las luces para llegar más allá de filosofar de manera amateur, pero creo que tu comentario sobre esto, "amarillea". Pareces querer dar la impresión de que Marina considera el regimen iraní una señora democracia, o que da por hecho que hay un acuerdo sobre lo que es una sociedad feliz. Y, o ha escrito muy mal su manual, o estás haciendo una caricatura grotesca; cualquiera de las dos posibilidades me decepcionaría.
Pego un par de citas de La lucha por la dignidad. Teoría de la felicidad política, de Marina y María de la Válgoma:
El hombre se ha movido siempre por dos aspiraciones irremediables e irremediablemente vagas: la felicidad y la justicia.
La historia muestra el juegi de influencias entre la felicidad y la justicia. El viejo Platón ya se preocupó y se ocupó de las leyes "que harían a una ciudad feliz". Las primeras declaraciones americanas de independencia consideraban que la felicidad era una meta políticamente relevante. La declaración de derechos del buen pueblo de Virginia (1776) afirmaba que los hombres tienen por naturaleza el derecho de "buscar y obtener la felicidad", y la Declaración de Independencia (1776) proclama que el fin del gobierno es "alcanzar la seguridad y la felicidad". En el artículo 13, la Constitución española de 1812 proclamaba: "El objeto del gobierno es la felicidad de la nación". Y lo mismo dicen constituciones recientes y culturalmente lejanas. La de Irán (1989): "La república islámica de Irán tiene como ideal la felicidad humana en toda sociedad humana". La de Namibia (1990) consagra los "derechos del individuo a la vida, la libertad y la felicidad". Y la de Corea del Sur dice en su artículo 10: "A todos los ciudadanos se les garantiza la dignidad, y tendrán derecho a perseguir la felicidad".
Si al leer esto alguien quiere hacer el salto lógico de que los autores consieran que la sociedad iraní o la española de 1812 son paradigmas de la felicidad, o incluso de que se hace un guiño a Hezbolá, puede hacerlo, pero me parece un salto completamente sin sentido.
Aquellos que se han exclamado al leer "sociedad feliz" - como lo oyen -, quizás se tranquilicen al ver la duda que plantean los autores: ¿Resulta sensato llamar felicidad a una organización social, a un comportamiento comunitario? Sí. Es un recurso lingüístico que utilizamos constantemente. Aunque la salud sea una propiedad personal decimos que (...) los aires de la sierra son sanos porque favorecen la salud. Pues de la misma manera podemos decir que una sociedad es feliz cuando favorece la felicidad de sus miembros. Al contrario de la felicidad privada, la felicidad social o política no es un sentimiento, sino una situación, el marco deseable para vivir, qaquel escenario donde la "busqueda de la felicidad" de la que hablaban los textos citados resulta más fácil y tiene más garantías de éxito.
Para Marina (ahora cito La inteligencia fracasada. Teoría y práctica de la estupidez), la felicidad privada - whatever that means- consiste en la armoniosa realización de las dos grandes motivaciones humanas: el bienestar y la ampliación de posibilidades . Dos motivaciones que a menudo son contradictorias: no es el bienestar lo que motiva al futbolista a entrenar o al universiatrio a estudiar. Usamos nuestra inteligencia de modo adecuado cuando nuestras acciones nos llevan a esa "armoniosa realización". Nos integramos en la sociedad buscando tanto nuestro bienestar como ampliar nuestras posibilidades . La sociedad feliz sería aquella opuesta a las "sociedades estúpidas", aquellas en que las creencia vigentes, los modos de resolver conflictos, los sistemas de evaluación y los modos de vida, disminuyen las posibilidades de las inteligencias privadas.
By Anónimo, at 10/25/2007 12:03 a. m.
Xavier, gracias por el comentario. Yo no quiero dar la impresión de que Marina considere a Irán una democracia. Lo único que muestro es que, por su afán de sustentar la idea de la búsqueda de la felicidad como objetivo de una comunidad política, los autores del libro son poco críticos al seleccionar ejemplos, en especial, porque coincide con el artículo que he dicho. Son ellos los que ponen el ejemplo, sin mencionar el contexto del que lo extraen; un contexto problemático, a mi juicio.
Sobre lo de la "sociedad feliz", obviamente no me he extendido, ni voy a hacerlo, porque yo tampoco tengo luces suficientes. Simplemente, me choca el término, primero porque no es, precisamente, un recurso lingüístico tan usado, porque no parece utilizarlo en sentido metafórico o analógico--al menos en el texto de EpC-- y porque me suena a un uso demasiado personificador. No tengo claro que podamos trasladar fácilmente cualquier adjetivo aplicable a una persona al conjunto de una sociedad. Él mismo afirma que aplicado a los individuos, "felicidad" se refiere a un sentimiento, pero lo hace a una situación si lo aplicamos a una sociedad. Mala traslación.
Por otra parte, oponer "sociedad feliz" a "sociedad estúpida" es un poco raro. Valdría mejor "sociedad inteligente" o algo así, ¿no? O, si no, llamar "sociedad infeliz" a la estúpica. En cualquier caso, sus definiciones, al final, dependen de si consideramos como adecuados o no los modos de evaluación, de vida o de resolver conflictos que nos propone Marina. Y en eso podemos estar bastante en desacuerdo. Ejemplo: ¿qué sociedad disminuye más las posibilidades de las inteligencias privadas? ¿una en la que el Estado se empeña en que todos los niños reciban, grosso modo, la misma educación, de manera obligatoria hasta los 16 años y, normalmente, en una escuela pública o una en que se permite una mucho mayor libertad de currículos, con muchísima enseñanza privada y sin obligatoriedad de la enseñanza hasta los 16 años?
Respecto al concepto de felicidad privada, quizá podría haber dado más explicaciones. Tan sólo quería señalar que admite una variedad de significados y de contenidos, y el que propone Marina es sólo uno de ellos.
By Wonka, at 10/25/2007 10:54 a. m.
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