Empleo y paro en el primer trimestre de 2009 (gráficos de contexto)
Recuerden que mis datos están basados en la población de 16 a 64 años, como medio de calcular con unas mínimas garantías tasas comparables a lo largo del tiempo, especialmente de ocupación.
Empecemos por el número absoluto de parados. Como ya saben, la cifra ha superado por primera vez los 4 millones.
Es la cifra más alta desde que tenemos datos, superior a los 3,9 millones del primer trimestre de 1994. De hecho, debe de ser claramente superior, porque la serie actual de paro no es del todo comparable: los cambios en la manera de estimarlo en 2001 produjeron una caída bastante notable en las cifras.
Como ya he comentado en otras anotaciones, el paro masculino ha crecido mucho más deprisa que el femenino, como ocurrió en la crisis de 1993/1994.
La tasa de paro ronda, como saben, el 17%, un porcentaje que no se observaba desde comienzos de 1999, aunque entonces el porcentaje iba cayendo.
La tasa de paro masculina (17%) y la femenina son muy parecidas (18%), igualación que podría habernos alegrado de haberse producido en niveles bajos, pero que es motivo, más bien, de preocupación, por producirse en niveles bastante altos. En cualquier caso, están en el punto más cercano en los últimos treinta años.
Lo más llamativo es lo rápido que está creciendo la tasa de paro en la actualidad, como se ve en el gráfico siguiente, que recoge el incremento porcentual (no en puntos porcentuales) de dicha tasa. Como se observa el ritmo de crecimiento es muchísimo más rápido que en la crisis de 1993/1994. Esperemos que no se mantenga en los próximos trimestres, aunque, por ahora, no contamos con indicios de que vaya a caer mucho.
Observemos a continuación los datos de ocupación, que suelen dejarse en un segundo plano cuando se comentan los resultados de la EPA. Son los que permiten entender cómo la crisis, aunque muy dura, especialmente para algunos grupos de personas, todavía no hace, si se me permite la expresión, tanto daño.
El número de ocupados de 16 a 64 años sigue en niveles muy altos, en 18,9 millones, aunque está claramente por debajo del máximo del tercer trimestre de 2007, con 20,4 millones. Desde el máximo, por tanto, se han "destruido" (por usar el lenguaje de políticos y periodistas) 1,5 millones de empleos. Salta a la vista, como también sabemos, que se han "destruido" más empleos masculinos que femeninos desde ese máximo: 1,3 millones de los primeros; 0,2 millones de los segundos. La explicación tiene que ver con el derrumbe del sector de la construcción, pero no sólo.
Es más correcto, de todos modos, mirar esas cifras como tasa de la población de 16 a 64 años.
La tasa actual está en el 61,2%, una tasa históricamente alta, que se debe, sobre todo, a una muy elevada, también en términos históricos, tasa de ocupación femenina. Ésta se sitúa en el 53,7%, por debajo del máximo del 56,0% del segundo y tercer trimestre de 2008. Habría retrocedido hasta los niveles de la primera mitad de 2006 (casi tres años, por tanto). La masculina se sitúa en el 68,6%, claramente por debajo de su máximo de 77,9% en el tercer trimestre de 2007. Habría retrocedido diez años, hasta los niveles del primer trimestre de 1999. La diferencia entre las tasas masculina y femenina se encuentra en mínimos desde 1976, claro.
En la ocupación, con todo, lo más preocupantes son los ritmos de "destrucción" de empleo. La tasa está cayendo a un ritmo del 7,3% anual, más en los varones (-9,9%) que en las mujeres (-3,5%). El ritmo de caída en la tasa de ocupación femenina se ha igualado ahora al del primer trimestre de 1993. El ritmo de caída de la tasa masculina es el máximo de la serie desde 1976.
Una cosa sí está clara como resultado inmediato de la crisis actual. El peso relativo de las mujeres en el mercado de trabajo y, por tanto, en el sustento de las familias, está aumentando a marchas forzadas. La respuesta familiar a la crisis quizá sea, entonces, algo distinta a la que vimos en 1993.
4 Comments:
GLUPS !!
By Amio Cajander, at 4/25/2009 12:50 p. m.
"De hecho, debe de ser claramente superior, porque la serie actual de paro no es del todo comparable: los cambios en la manera de estimarlo en 2001 produjeron una caída bastante notable en las cifras".
Dado que este es el caso, por qué muestras las dos series como una sola en tu gráfica? La nota de prensa del INE incluye un gráfico que ilustra muy bien este comentario que haces (lo he copiado y pegado en mi blog para aquellos que no quieran molestarse en descargar la nota de prensa). Hacen básicamente lo mismo que tú haces más abajo con los datos administrativos del paro registrado.
Por cierto, lo de El País es un escándalo - piden disculpas cuando cometen errores así? Menos mal que hay gente como Malaprensa, pero la pena es que por cada 100 personas que hayan visto los gráficos de El País solo una leerá su blog. Aunque a lo mejor no importa: no creo que gráficos trucados sirvan para engañar cuando el paro ya es una realidad en un 19.2% de los hogares españoles.
By @RandomSpaniard, at 4/25/2009 2:45 p. m.
Bsanchez: lo dejo todo como una serie para no complicar más las cosas. Lo importante es advertir de las discontinuidades relevantes. Si incluyera todas las series distintas tendría tres (al menos), que, multiplicadas por tres categorías de sexo (ambos sexos, varón, mujer) son nueve líneas distintas. Un lío. De hecho, cuando tengo menos "líneas" o "barras" sí suelo distinguir entre las series cuando hay rupturas, como es el caso de las anotaciones sobre el paro registrado. Incluso ahí, por cierto, debe de haber más rupturas (menores) de las que yo recojo.
De todos modos, no pretendo una comparación científica, sino que ofrezco una ilustración de la evolución.
By Wonka, at 4/25/2009 3:07 p. m.
¿Qué tal una gráfica en tres dimensiones para mostrar una variable adicional? Por ejemplo la categoría de género... (Es más fácil pedir que hacer)
Voy a mojarme: Conjeturando sobre las causas de la abismal diferencia entre hombres y mujeres en las gráficas, me pregunto si alguno de los siguientes factores puede tener influencia en aquélla:
-Paridad de género en los últimos gabinetes gubernativos y nueva normativa sobre administraciones públicas
-Incremento de la cantidad de mujeres en puestos directivos con la consiguiente reestructuración de plantilla siguiendo criterios subjetivos
-Abundancia de mujeres en puestos de recursos humanos y utilización de esta circunstancia para el apalancamiento de género femenino (contratar más mujeres, echar a más hombres)
-Incremento de la patología psicológica hembrista provocada por una saturación publicitaria sobre violencia de género (ya puestos a especular...)
A la vista de las cifras de la construcción, ¿estaría el empleo de un hombre más seguro, en un sector tradicionalmente femenino como pueda ser quizá el magisterio?
Conste que la igualdad me parece muy bien, pero "in medio virtus", tampoco hay que pasarse porque la situación inversa es igual de injusta que la previa. A ver si conseguimos llegar a un equilibrio dinámico.
Mujeres: no echen a sus hombres de su lado (quizá no vuelvan).
By asw, at 4/28/2009 1:17 p. m.
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