WonkaPistas

27.2.09

La confianza de los consumidores sigue sin levantar cabeza

El indicador de confianza del consumidor que elabora la DG de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión Europea, en su versión ajustada estacionalmente, está en mínimos históricos, tanto para España como para el conjunto de la Unión Europea. Los datos se publicaron el día 26. Véanlos en los siguientes gráficos.



La verdad es que a mí me da un poco de canguelo ver caer ese indicador en España claramente por debajo de los mínimos de la crisis de 1993/94.

Por lo menos, la sensación de incertidumbre no parece tan acusada en algunos países de la Unión Europea (Finlandia, Dinamarca, Suecia), aunque incluso en ellos el indicador es peor que hace un año.


A ver si el mes que viene podemos contar una historia distinta.

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17.2.09

Crisis económica y divorcios

Hace algún tiempo, algún periodista señaló que el número de divorcios estaba cayendo en España debido a la crisis económica. Estos días, quizá con motivo de la celebración de San Valentín, algún otro vuelve con la misma idea (aquí, aquí y aquí, por ejemplo).

El razonamiento es de este estilo, tal como se recoge en una de esas noticias:

Divorciarse sale caro, pero en tiempos de crisis hay quienes ni se lo pueden permitir. El desempleo y las cuotas desorbitadas de las hipotecas están llevando a muchos matrimonios desavenidos a replantearse la situación, e incluso a aguantar porque el dinero no les alcanza para hacer vida por separado. Si ya era difícil mantener un hogar, dos resulta muy complicado.

Tiene su aquél, pero a mí no me convence mucho. Veamos.

Por lo pronto, hay que comprobar si está bajando el número de divorcios, y, si es así, si no hay otra explicación más sencilla.

En el siguiente gráfico se ven las demandas de divorcio ingresadas en los juzgados desde el primer semestre de 2004 al primer semestre de 2008.




En él se comprueba el gran incremento que se produjo en el segundo semestre de 2005, justo cuando entró en vigor la reforma del Código Civil que facilitaba muchísimo los trámites de divorcio (eliminando el requisito de la separación previa) y retiraba alguna barrera más a la decisión de divorciarse (como la necesidad de aducir una causa). Aumentó mucho el número de divorcios y, lógicamente, cayó mucho el de separaciones. El aumento de los primeros se mantuvo en 2006, probablemente dando salida a parte del stock de separaciones que se habían ido acumulando con los años. En 2007, una vez pasados los efectos inmediatos de la nueva regulación, empezó a caer el número de divorcios. Y en el primer semestre de 2008 han vuelto a caer (en comparación con el primer semestre de 2007).

Que cayeran en 2007, cuando todavía casi ni se sentía la crisis (aunque algunos la preveían), va en contra del argumento expuesto más arriba, pues apunta a otras razones de la caída: el fin de los efectos inmediatos del cambio legal, creo. Que sigan cayendo en 2008 podría dar razón a los periodistas (y algunos abogados que contribuyen con su opinión a los artículos), pero pienso que no.

En el gráfico siguiente se ve la variación entre los mismos trimestres de años sucesivos del del número de divorcios ingresados en los juzgados.



Como la Semana Santa cayó en 2008 en marzo y en 2007 en abril, he intentado corregir la variación de este notable cambio en el número de días hábiles para tramitar asuntos judiciales. Muestro, así, la variación original, y una corregida para los dos primeros trimestres de 2007 y 2008, que tiene en cuenta, aproximadamente, el número de días hábiles. Como se ve el ritmo de caída entre 2006 y 2007 fue muy parecido en cada trimestre. Al comenzar 2008 pareció acelerarse (lo que abundaría en la hipótesis de la crisis), pero al avanzar 2008, el ritmo de caida se ralentizó, llegando a un mínimo en el tercer trimestre. Como la crisis no ha hecho más que acentuarse en 2008, la evolución de la caída en el número de divorcios sería la contraria de la esperable según la hipótesis que discutimos.

Asimismo, he pensado que podía empezar a contrastarse esta hipótesis con otro tipo de datos: con la variación del número de divorcios por provincias, que cabría correlacionar con distintos indicadores de actividad económica medidos también a escala provincial.

Los resultados de este ejercicio están en los gráficos siguientes.

En el primero vemos la relación entre la variación en el número de ocupados por provincia y la variación en el número de divorcios por provincia (datos de los tres primeros trimestres de 2007 y 2008).
Salta a la vista que no hay ninguna asociación entre ambas variables. La recta de regresión es casi plana. Si fuera cierto el argumento de la crisis, la recta tendría que bajar: cuanto más aumenta la ocupación más divorcios (o cuanto más cae la ocupación, menos divorcios).

En el segundo vemos la relación entre la variación en la compraventa de viviendas por provincia (datos anuales de 2007 y 2008) y la variación en el número de divorcios por provincia (datos de los tres primeros trimestres de 2007 y 2008).


En este caso, la inclinación de la recta de regresión es la "correcta" según la hipótesis de la crisis (cuanto más cae la venta de viviendas, más cae el número de divorcios), pero la asociación es debilísima (R2 de 0,05) y no es significativa.

Por último, veamos la asociación entre la variación en el número de divorcios (mismos datos que antes) y un indicador que también está bastante asociado a la evolución de la actividad económica, el importe de los efectos comerciales impagados (en datos anuales).


Ésta es la única asociación significativa y de cierta fuerza (R2 = 0,21), pero la recta se inclina justo al contrario que lo predicho por la hipótesis de la crisis. En el gráfico se ve cómo cuanto más aumenta el importe de los impagados (es decir, cuanto peor la situación económica), más aumenta el número de divorcios.

En definitiva, yo tiendo a pensar que la hipótesis que relaciona la crisis con una reducción del número de divorcios no es muy sólida, a la vista de los datos. En realidad, la relación entre la situación económica y la probabilidad de divorciarse debe de ser bastante más compleja que lo apuntado por esa hipótesis. Quizá otro día hable de esa complejidad.

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11.2.09

PP y PSOE empatados en estimación de voto, según el CIS

ACTUALIZACIÓN (12-2-2009, 12:00). Siento el pequeño lío que se ha armado. Nada más lejos de mi intención pensar que algo así tiene importancia. No la tiene. Y mucho menos la tiene que el blog salga en los medios. No es razón para alegrarse, como creen algunos lectores. De hecho, yo no debería estar dando "primicias", sino aportando información y juicio razonado. Mal hecho por mi parte. De modo que no esperen más anotaciones como ésta.

Repito que siento el lío y, en especial, me disculpo sinceramente con quien lleva ahora el CIS, por el tiempo que le he hecho perder y las molestias ocasionadas.

Actualización (12-2-2oo9, 13:00). Se me olvidaba. Que haya descubierto dónde colocan en la página del CIS las novedades fue pura chiripa, y no resultado de ninguna filtración ni de tener información privilegiada, ni nada de eso. De nuevo, no saquemos las cosas de quicio. Lo único que pasa es que la URL de las novedades tiene un patrón común que sólo varía en el número del estudio, por lo que no es nada complicado dar con la novedad antes de que se anuncie en la página inicial.

Primicia Wonkapistas. La estimación de voto del CIS a partir de su barómetro de enero. Aquí la tienen.


PP y PSOE "muy empatados" y UPyD en el 3%.

Ahora no tengo tiempo de comentarlo. Los datos están disponibles aquí. Seguro que hay más cosas interesantes.

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2.2.09

Los indicadores de confianza económica de la Unión Europea

La Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea acaba de hacer públicos los resultados correspondientes al mes de enero de 2009 de sus encuestas a empresarios y consumidores. En anotaciones anteriores me he hecho eco de uno de los indicadores que se construyen con esas encuestas, el indicador de confianza de los consumidores. En realidad, hay toda una batería de ellos, correspondientes a los siguientes sectores: consumidores, industria, servicios, comercio al por menor, construcción y uno compuesto con los anteriores, el indicador de sentimiento económico. A continuación, casi sin comentario, pueden ver en gráficos las series de esos indicadores de confianza para la Unión Europea y para España, con datos desde 1985 (para la UE) y desde fechas posteriores para España.

Primero, el de los consumidores, ya conocido en Wonkapistas.


Como se ve, la confianza de los consumidores españoles (es decir, la población adulta encuestada) sigue en niveles mínimos. La del conjunto de la UE, también, aunque en un nivel algo superior al español. Recordemos, de todos modos, que la composición del agregado UE no es la misma siempre, y, desde luego, durante la crisis de 1993 era muy distinta de la actual.

Segundo, la confianza industrial.


La confianza de industriales españoles y del conjunto de la UE está por los suelos. En niveles históricos mínimos para el total de la UE, y, sorprendentemente, casi mínimos para los españoles. Digo "sorprendentemente" a la vista de la trayectoria de los datos de producción industrial que conocemos.

Tercero, la confianza del sector servicios.


Esta es una encuesta más joven, que se lleva a cabo desde octubre de 1996. Empresarios españoles y europeos de este sector tienen, de nuevo, la confianza en la marcha del sector por los suelos. Los españoles, quizá, son algo más pesimistas, si cabe, que el conjunto de los europeos.

Cuarto, el indicador de confianza en el sector de comerico al por menor.



Mínimos históricos, de nuevo, en las dos series, la europea y la española, con un nivel quizá inferior para los datos españoles.

Quinto, la confianza del sector de la construcción.



Este es mi preferido, por lo claro que se marcan las diferencias entre España y el conjunto de la UE. Se ven muy bien los años de exuberancia inmobiliaria, desde 1998 hasta otoño de 2007, con el indicador español clara y continuadamente por encima del europeo. Y se ve muy bien el desplome de esa sensación de poderío (qué poderío) económico del ladrillo. Desplome más acusado en el caso español que en el europeo, aunque los datos del indicador sean muy parecidos ahora.

Por último, el indicador de sentimiento económico, compuesto con los anteriores.



Qué quieren que les cuente. Lo que todos ustedes saben. El pesimismo en niveles históricos, tanto para España como para la UE, en niveles muy parecidos.

En realidad, contamos con un indicador más, de confianza del sector financiero, pero no se usa para la elaboración del índice de sentimiento económico, y sólo tiene datos desde 2006. No lo incluyo, que la dosis de datos depresivos ya es demasiado elevada por hoy.

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