WonkaPistas

28.2.05

Musulmanes (marroquíes) en Holanda

El Times on Sunday publicó ayer un estupendo artículo (via Instapundit) acerca de los problemas de integración social de los musulmanes (especialmente los marroquíes) en Holanda y de la reacción que está empezando a despertarse entre los holandeses de origen. Es un artículo largo, pero merece la pena leerlo entero.

El interés principal del caso holandés, a mi juicio, es, como parece creer el autor del artículo, el de entenderlo como posible signo de los tiempos que vendrán (o pueden venir). Es decir, otros han hecho el experimento antes que nosotros, los españoles, me refiero. ¿Podemos aprender de ellos y evitar los problemas en que los holandeses mismos, con sus decisiones, se han metido? Ellos, desde luego, han llegado más lejos que muchos otros países en la acogida y bienvenida a inmigrantes musulmanes. ¿Se equivocaron en sus elecciones? ¿Están acertando en sus diagnósticos y propuestas actuales? Obviamente, no podemos estar seguros.

De lo que no cabe duda es de que la experiencia de los holandeseses ha de servirnos, de una manera u otra. Brian Moynahan, el autor del artículo lo plantea claramente: "los holandeses pueden estar equivocándose en sus conclusiones, pero desde luego están planteando las preguntas adecuadas" (mi traducción, no literal).


P.S. Los franceses también tienen cosas que enseñarnos. Seguramente, ya lo haya recomendado alguna vez, pero insisto en lo revelador de este artículo de Theodore Darlymple.

"Rebeldes" musulmanas en el Reino Unido

The Guardian ha publicado un artículo muy interesante en el que se reflejan las experiencias de algunas jóvenes universitarias musulmanas en el Reino Unido. Sirve para entender la dificultad de hacer compatibles modos de vida muy distintos, y para apreciar los márgenes de libertad que ofrece a esas mujeres el alejamiento, siquiera temporal, de sus familias. El lado "salvaje" de la vida universitaria, también para las musulmanas.

25.2.05

Sudan I

The Economist nos proporciona la suficiente información de base como para darnos cuenta de que el escándalo montado por la presencia de trazas del colorante Sudan I en algunas partidas de alimentos no llega siquiera a la categoría de riesgo virtual, es decir, es prácticamente inexistente. Su "potencial" carcinógeno se comprobó en ratas sólo en un experimento, nunca más replicado. Y ni siquiera se comprobó que su administración, en grandes cantidades y durante un periodo prolongado, provocaba cáncer sino que los ratones parecían ir a desarrollarlo, según The Economist. Dada la cantidad en que se ha encontrado en la salsa Worcester, un hombre de tamaño medio "tendría que beber alrededor de 800 litros de salsa Worcester cada día durante dos años" para verse en las mismas circunstancias que aquellas pobres ratas. Demasiados "bloody-marys", como dice la revista.

Por cierto, compárese la información de base que da The Economist con la que da El Mundo, bastante más imprecisa.

Encuestas, encuestas

Una breve anotación sobre un par de encuestas citadas en los medios, pero que dejan mucho que desear. Ya hace unos días dio a la luz el sindicato ANPE los resultados de una encuesta a profesores españoles acerca de su percepción de la situación de la enseñanza en España. Dicha encuesta ha tenido cierto predicamento en la prensa, que no se ha parado en mientes con afirmaciones del tipo de "los profesores españoles piensa...", "los profesores españoles dicen...". Pues no. Realmente, no sabemos si la encuesta es representativa del profesorado español de primaria y/o secundaria, a pesar de que ANPE, en su presentación dice que es una encuesta "aleatoria" entre profesores de la enseñanza pública y de que los porcentajes de cuerpos docentes se aproximan a la estructura del profesorado español. En realidad, se trata, sobre todo, de una encuesta contestada por internet a través de la página de ANPE, lo que me hace pensar en los siguientes sesgos: sobrerrepresentación de los afiliados a ANPE, sobrerrepresentación de los profesores que más navegan por internet, sobrerrepresentación, por tanto, de los varones y de los más jóvenes. La anterior encuesta, de 2003, elaborada, imagino, con la misma metodología, sobrerrepresentaba a los varones (46,6%, mientras que eran un 36% en el curso 2001-02, el más reciente para el que hay datos). En la encuesta actual no ofrecen los datos del sexo del entrevistado.

Si la primera encuesta trata de lo mal que está la situación en las aulas, con un desorden rampante, la segunda, referida al Reino Unido, trata de lo bien que se lo pasan en su trabajo los peluqueros (y peluqueras, habrá que entender). Así lo ha enfatizado, por ejemplo, The Guardian, que recuerda que dos de cada cuatro peluqueros(-as) se clasificaron como "extremadamente felices" en su trabajo. La encuesta cubre nada menos que 29 tipos de empleo (15 "vocational" y 14 "professional") y el tamaño muestral es de 1.249 empleados (617 en ocupaciones "vocational" y 632 en profesiones académicas). El problema es que es muy difícil comparar la satisfacción media de cada uno de esos empleos, pues el error muestral para cada submuestra es enorme. Imaginemos que los 617 empleados vocational están repartidos por igual entre los 15 tipos de empleo: tocarían, más o menos, a 41 (y los "profesionales" a 45). El error de una muestra de 41 (con un nivel de confianza del 95,5%, p=q=50) es de +-15,62, de manera que el porcentaje de satisfacción de los peluqueros, en realidad, se movería, de ser 41 el tamaño de la submuestra, en un intervalo que va desde 24,38 (40-15,62) a (40+15,62) 55,62%, tan amplio que no podríamos distinguir a los peluqueros de otros 17 empleos.

Ni la una ni la otra crítica quieren decir que las afirmaciones (en las aulas españolas hay mucho desorden, los peluqueros británicos son más felices que los que ejercen otras profesiones) sean inciertas. Pero, desde luego, cuesta mucho corroborarlas con encuestas como éstas.

24.2.05

Primarización de la educación superior

Según nos cuenta hoy el ABC, el Ministerio de Educación está dispuesto a renovar profundamente la manera de dar clase en la universidad. Según el Secretario de Estado de Universidades, la forma de dar las clases debe ser más "proactiva y participativa", para poder formar ciudadanos "críticos, creativos y emprendedores". Según el diario, los estudiantes irán "incorporando sus conocimientos y los profesores [serán] quienes lideren la búsqueda del conocimiento, en lugar de actuar como meros transmisores de datos".

Suena muy bonito, tanto como las pedagogías de la LGE y la LOGSE. En el artículo 2.3 de la última se incluía entre los "principios de la actividad educativa", "el desarrollo de las capacidades creativas y del espíritu crítico" y "la metodología activa, que asegure la participación del alumnado en los procesos de enseñanza y aprendizaje". Lo de "emprendedores" (mágnifico truco lingüístico para no referirse a los malvados empresarios) todavía no estaba de moda allá por 1990, pero es palabra que ya no abandonan nuestros políticos cuando tratan de educación, ciencia o investigación. La verdad, no creo que podamos producir "emprendedores" en las aulas de igual manera que producimos ingenieros o biólogos. Empresarios los hay siempre en cierta medida: la cosa es que dirigan sus actividades al servicio a los demás a través de los mercados, y a no a otros fines no productivos.

Es decir, que lo que probablemente no ha funcionado en la enseñanza infantil y primaria, los niveles en los que más ha avanzado esa pedagogía "participativa y proactiva" (nunca he acabado de entender esta palabra, por cierto), quieren aplicarlo a la universidad. Ya había oído hablar de la secundarización de la enseñanza universitaria (sobre todo en las carreras de letras y ciencias sociales), pero no estoy seguro de que debamos plegarnos tan fácilmente a la "primarización" de la educación superior.

Se me olvidaba, un buen razonamiento sobre lo dudoso de los métodos "participativos y proactivos" puede leerse en el excelente artículo "Classroom research and cargo cults", de E. D. Hirsch.

23.2.05

El capitalismo y la naturaleza humana

En el último número del Cato Policy Report se recoge un interesante artículo de Will Wilkinson, "Capitalism and Human Nature". Viene a ser una síntesis muy clara y legible acerca de lo iluminadora que es la disciplina de la psicología evolutiva ("evolutionary psychology") respecto de las posibilidades de éxito del capitalismo teniendo en cuenta las características de la naturaleza humana que va descubriendo dicha ciencia. Algunas características (que somos grupales o "coalicionales" y tendemos a ver las cosas en términos de un nosotros y un ellos; que tendemos a querer dominar sobre otros, esto es, somos "jerárquicos"; y, especialmente, que somos envidiosos y solemos plantear las cosas en términos de juegos de suma cero) harían improbable la emergencia y consolidación del capitalismo. Sin embargo, los derechos de propiedad tendrían una base natural, así como la división del trabajo y los intercambios mutuamente beneficiosos, lo cual abre la puerta a órdenes extensos y semiespontáneos (Hayek) como la economía de mercado.

Si las cosas son así, como recuerda Wilkinson, las instituciones de la sociedad capitalista serán siempre frágiles, pues el equilibrio entre ambas vertientes de la naturaleza humana (la "tribal" y la "abierta") es siempre delicado: hay que alimentarlo, cuidarlo y recordar continuamente qué instituciones y qué sistemas de creencias hacen posible el mantenimiento de las sociedades libres.

La psicología evolucionista nos sirve para entender esa fragilidad y para "cultivar órdenes sociales que no intentan, tontamente, violentar lo esencial de la naturaleza humana". Nos proporciona, en definitiva, una siempre necesaria cura de humildad.

No se pierdan, sobre este tema, estos posts del vecino Memetic Warrior: éste, éste, éste y éste.

ACTUALIZACIÓN. Estaba casi seguro de haber leído alguna anotación en un blog de Red Liberal sobre este tema, pero al final no la encontré. Castielero, en los comentarios, me lo hace notar. Mis disculpas por no haberlo recordado. Además, la discusión de Happy Butcher es más enjundiosa.

22.2.05

Virus y demografía

No, no me ocupo de la tragedia del SIDA en el África negra, sino de otro puzzle demográfico, el del excesivo número de niños en países asiáticos como China, cuya solución empieza a estar más ceca.

Gracias a la siempre interesante Marginal Revolution, he descubierto un paper muy bueno, "Hepatitis B and the Case of the Missing Women", de Emily Oster. En él plantea una explicación complementaria al hecho de que en varios países asiáticos, China en particular, la ratio de niños/niñas al nacer es muy superior a la normal. Las explicaciones al uso hablan de una tradicional preferencia por los hijos varones en culturas como la China, a lo que se habría unido la política de "un solo hijo" dictada por las autoridades comunistas desde hace unas décadas, y que habrían resultado, en los últimos lustros, aparentemente, en una práctica extendida de abortos selectivos, aprovechando los "avances" tecnológicos.

Oster argumenta que esas razones no explican toda la diferencia entre, por ejemplo, China y los países occidentales. En realidad, gran parte de la diferencia la explicaría la mayor tasa de prevalencia de la Hepatitis B en China. La argumentación parece muy sólida pues utiliza distintos tipos de evidencia que se apoyan entre sí: en la literatura médica se ha comprobado que es significativamente mayor la proporción de varones entre los hijos de madres portadoras del virus de la Hepatitis B que en los de las no portadoras; se observa una correlación significativa entre las tasas de prevalencia de dicho virus por país y la ratio chicos/chicas también medida por país; en zonas de alta prevalencia en las que se han llevado a cabo programas amplios de vacunación contra el virus, la ratio chicos/chicas ha acabado por descender.

Da gusto: una hipótesis original, contrastada con evidencias de distintos tipos que se sustentan elegantemente entre sí. Qué lujo.

21.2.05

Climate Audit

Reconozco que me estoy aficionando a la página web de Steve McIntyre, uno de los autores de la crítica al "hockey stick" del cambio climático anotada días atrás. Se llama Climate Audit y está escrita en forma de blog. Aunque trata temas muy técnicos, el lenguaje de McIntyre es inteligible, así como los problemas metodológicos que plantea al discurso standard entre los proponentes de la teoría del calentamiento global sobre la evolución de las temperaturas a largo plazo. Ayer incluyó una anotación que vuelve a poner el dedo en la llaga.

En las reconstrucciones de la temperatura "mundial" o de uno de los hemisferios a largo plazo (1.000 años, 2.000 años), se utilizan, claro está, "proxies", esto es, indicadores indirectos de dichas temperaturas, pues el registro fiable de éstas tan sólo vale para algunos países desde hace poco más de un siglo. Con esos "proxies" suele llegarse bien hasta comienzos del siglo XX, bien, en bastantes ocasiones, a los años ochenta de dicho siglo. Tras ellos se enlazan las series de temperatura efectivamente medidas con termómetros en muchos puntos del planeta. La pregunta de McIntyre parece de perogrullo, pero es del todo pertinente: ¿qué pasa con esos proxies en los años noventa y lo que llevamos del siglo XXI? ¿Se comportan como las temperaturas medidas con termómetros? ¿Reflejan el notable aumento de las temperaturas de finales de los años noventa? Si no es así, ¿no cabría pensar que el uso de "proxies" para reconstruir las temperaturas del pasado ha de ser todavía más cauteloso.

Sorprendentemente, buena parte de esos "proxies" sólo alcanzan hasta los años ochenta del siglo XX y ahí se quedan las series. Por eso, pide una actualización de la mayor parte de los "proxies" utilizados en las reconstrucciones de temperatura más conocidas. No le vale el argumento de que cuesta mucho actualizarlas. Más cuesta toda la investigación de ordenador que se está haciendo, y muchísimo más costará la implementación del Protocolo de Kyoto.

20.2.05

Patinazo

Esta visto que los sociólogos no damos ni una, sobre todo en predicciones electorales. Errar es humano, dicen, pues los sociólogos debemos ser humanos, pero demasiado humanos. El otro día se me ocurrió una hipótesis de participación en el referendum sobre la constitución europea basada en el voto por correo de las últimas elecciones (generales y europeas de 2004) y la participación en dichas elecciones. Mi horquilla (y yo con estos pelos...) era de 26 al 30%, la cual se ha visto estupendamente desdicha por la realidad.

Ahora mismo, lo más que me atrevo a decir es que la participación superará el 33,04%, el último dato (supuestamente para las 19:05) ofrecido por el Ministerio del Interior (1).


(1) No estoy seguro de que dicha cifra no corresponda más bien a las 18:00, que es la hora "oficial" del segundo avance de participación.

19.2.05

Opciones ante el "declinar" demográfico

Stanley Kurtz, en "Demographics and the Culture War", recién publicado en la Policy Review de la Hoover Institution, plantea las tres grandes opciones abiertas a las sociedades occidentales (y, llegado el momento, el resto del mundo), inmersas en un proceso de cambio demográfico acelerado (caída de la natalidad, envejecimiento de la población).

La primera es, obviamente, el de aceptar el declinar de la población y su acelerado envejecimiento. La pregunta es si "sociedades que están constituidas por ciudadanos de la tercera edad en porcentajes del 20, 30 ó 40$% pueden siquiera sostenerse".

La segunda es el mantenimiento del esquema de valores actual, según Kurtz el afín a una sociedad con pocos hijos y muchos valores (esto es: individualismo, feminismo, secularismo), y las tendencias dominantes en la vida familiar y social (incorporación de la mujer al trabajo, nuevas formas de familia, separación del matrimonio y la procreación, etc.), pero reconociendo las limitaciones impuestas por la demografía. De este modo, se utilizarían los avances técnicos (que él engloba con el término "eugenesia") para tener más niños (desligados incluso de la maternidad) sin necesidad de sacrificar lo "conseguido" en los años sesenta.

La tercera es la del retorno a costumbres, valores e instituciones de carácter conservador (la fundamental, la recuperación del valor del matrimonio como institución "procreadora"--mi término), como resultado de la crisis económica a que llevaría el envejecimiento de la población o como resultado de un cambio debido al reconocimiento de la inminencia de dicha crisis.

Obviamente, caben soluciones mixtas, pero las grandes alternativas, según él, son ésas.

Un artículo un poco desigual pero "thought provoking", como dicen los anglos. Además nos pone en la pista de los libros más destacados en la discusión de los problemas demográficos en EEUU.

17.2.05

Líderes en energía solar y ¿más pobres?

Cristina Narbona, Ministra de Medio Ambiente, ha dicho: "España podría ser un país líder a escala internacional en energía solar, por nuestras horas de sol y las empresas tan competitivas que tenemos en esta materia". Muy bien. ¿Cuánto tendremos que subvencionar dicha energía para que sea competitiva? Recordemos los datos. A la altura del año 2000 se estimaba en una publicación de la Comisión Europea que producir un Kwh de eletricidad (con 7.000 horas de operación anual de las centrales correspondientes) costaba (antes de impuestos y subvenciones) 0,035 euros en una central de gas de ciclo combinado, 0,036 en una central térmica de carbón importado, 0,047 en una nuclear, 0,071 en una central eólica y ... 0,512 euros en una solar fotovoltaica. Es decir, costaba 14,6 veces más que la alternativa más barata. ¿De verdad queremos ser líderes en esta producción?

Las cifras de la enseñanza de la religión en España

A raíz de una discusión en Malaprensa sobre el tratamiento que dio la prensa a la información de la Conferencia Episcopal sobre la evolución de las cifras de la enseñanza de la religión católica en España, descubrí que existen unas cifras oficiales al respecto, publicadas por el MEC. No tienen datos completos (faltan, por ejemplo, las cifras correspondientes a la enseñanza secundaria en Cataluña) y no está claro que se refieran a todos los centros (no se explica), pero son bastante interesantes. Sobre todo, porque permiten comparar la situación en cada comunidad autónoma. Si las cifras son reales, destacan mucho los datos de varias regiones. En primaria, por ejemplo, eligen religión católica en toda España el 82,5% de los alumnos; sin embargo, en el País Vasco cae al 59,9% y en Cataluña aún más, hasta el 53,0%. Las cifras más altas se dan, no necesariamente en la España que "vota al PP" sino, muy al contrario, en Andalucía (94,2%) y Extremadura (96,5%).

En los centros públicos, son todavía más llamativos los datos del País Vasco, con un 40,4% y Cataluña, con un 36,8%. Al menos, a mí me llaman la atención.

16.2.05

Los ¿peligros? del fumador al volante

Que el fumador está sometido a persecución, resulta bastante evidente. Su hábito se relaciona con los peores males, el último, los accidentes de tráfico. Recientemente se ha hablado en España de prohibir fumar mientras se conduce, aunque el Ministro del Interior ha matizado que tan sólo se hará una campaña de "concienciación". La base empírica del riesgo extra que corren los fumadores al volante parece débil, pero estudios hay que se traen a colación para demostrarlo.

En España, se suele acudir a éste (registro gratuito), de Buñuel Granados et al., llevado a cabo por médicos de la ciudad de Zaragoza. Se trata de una encuesta a una muestra de sus pacientes conductores, en la que les preguntan por muchas cosas, entre ellas si han tenido accidentes de coche en el último año. Obviamente, se trata de accidentes no fatales.

La averiguación principal es que los fumadores tienen, más o menos, el doble de riesgo que los no fumadores de haber sufrido un accidente de tráfico en el último año. La relación se mantiene incluso teniendo en cuenta otras variables que pudieran influir. Luego vienen las posibles explicaciones: que si el fumar distrae durante la conducción, que si la acumulación (¿?) de monóxido de carbono (CO) menoscaba los reflejos y la atención de los fumadores, que si los fumadores son personas más dispuestas a asumir riesgos, entre otras. Y, por último, las recomendaciones de educación y ayuda a los fumadores que quieren dejar de fumar.

El estudio es interesante, pero tiene varias debilidades que deberían haber tenido en cuenta los autores.

Primero, no sabemos si los resultados serían generalizables a una muestra de conductores en España o, siquiera, en la ciudad de Zaragoza. Su respuesta a una crítica, aparecida en la misma revista, es muy débil, pues, queriendo mostrar que el perfil de edades de sus conductores se ajusta al perfil de los conductores españoles, lo que reflejan es, precisamente, que hay diferencias no despreciables. No dicen nada de si la muestra es ajustada en términos de sexo, algo también relevante.

Segundo, no encuentran una asociación entre consumo de alcohol y accidentes no fatales, lo cual es sorprendente a la vista de tantos estudios (no sé de qué calidad) que muestran, precisamente, lo contrario, y a la vista de tantas y tantas campañas al respecto. La explicación de los autores: una cosa es el consumo habitual de alcohol y otra el consumo cuando se va a conducir. Santo y bueno, pero ¿por qué no aplicar el mismo razonamiento al tabaco? En realidad, según el estudio que el fumador fume durante la conducción no se asocia significativamente con los accidentes sufridos. Por ello, los autores tienden a desestimar el argumento de la distracción y a valorar la hipótesis de la intoxicación con CO.

Pero, tercero, si mantienen la hipótesis de la intoxicación, deberían haber mostrado alguna evidencia que la apoyase. Podrían haber relacionado el número de cigarrillos que fuma habitualmente el conductor con la probabilidad de haber sufrido accidentes, pues, cabe pensar, la "intoxicación" será mayor cuanto más cigarrillos se fumen. Ya saben, aquello de tener en cuenta la dosis de los venenos para entender la acción de éstos. Sin embargo, a pesar de contar con los datos, no aportan ninguna evidencia al respecto. ¿Será porque no han observado ninguna relación?

Cuarto, en su análisis multicausal de los accidentes de tráfico no nos explican qué variables introdujeron ni por qué se quedaron con las que, finalmente, incluyen. No nos dicen, por ejemplo, si introdujeron la variable "número de kilómetros recorridos semanalmente". Habría sido interesante pues, ceteris paribus, cabe imaginar que a mayor número de kilómetros recorridos más probabilidad de accidentes. Sabemos que cuentan con este dato, pero no nos dicen, de nuevo, nada al respecto. Tampoco nos dicen por qué no han incluido la variable "edad", aunque sabemos que sí afecta a la probabilidad de sufrir un accidente (por cierto, tampoco son nada claros acerca de cómo varía esa probabilidad por edades; tan sólo nos dicen que es más alta en el grupo de los 25 a 29 años).

Quinto, otras asociaciones o falta de asociaciones quedan sin explicar, pero pueden ser interesantes. Por una parte, hombres y mujeres no presentan un distinto riesgo de accidentes, algo que contradice un saber común en el mundo del automóvil y, especialmente, de las compañías de seguros. A mí, esta ausencia de relación me haría sospechar de la validez de los datos. Por otra parte, encuentran una asociación significativa entre padecer diabetes mellitus y la accidentalidad, más potente que la que presenta el hábito de fumar. Sin embargo, no nos dicen nada en absoluto sobre las posibles razones, ni claro, piden ninguna campaña para que los diabéticos conduzcan menos o no conduzcan. A mí, esta relación y que ni se molesten en señalarla o explicarla me hace dudar no sólo de la validez de los datos, sino de si el análisis no estará, simplemente, sesgado.

Sexto, como hipótesis también manejan que, puesto que los fumadores son más proclives a enfermedades cardiovasculares, esto pudiera tener efectos sobre su proclividad a accidentes. Sin embargo, a pesar de que recogen información sobre enfermedades de los pacientes, no nos muestran ningún dato que pudiera apoyar o desechar dicha hipótesis.

Por último, aunque a pesar de todo ello, se mantuviera la relación entre fumar y accidentes de tráfico, ello no nos diría nada acerca de la causalidad. En realidad, algo así admiten los autores del estudio, al considerar la hipótesis de que los fumadores sean, simplemente, personas más arriesgadas, más prestas a correr riesgos en distintos ámbitos de la vida. Si fuera así, la relación entre tabaco y accidentalidad en la conducción sería espuria. Y la propaganda, si acaso, debería reconducirse a advertir a la gente de que sea consciente de los riesgos en que incurre.

En definitiva, creo que las debilidades son suficientemente importantes como para dudar de la relación entre hábito tabáquico y accidentalidad en el tráfico. No quiero decir que no se dé dicha relación. Sólo que, con los datos utilizados en el estudio, el argumento de los autores es muy poco convincente.

¿Un 26% de participación en el referendum?

Si hacemos caso de la relación que parece haber entre el voto por correo y la tasa de participación en las últimas elecciones en España, la participación en el referendum sobre la "Constitución" europea del próximo día 20 será bajísima. Los datos de voto por correo que han dado los medios son confusos y contradictorios, pero algo se saca en claro de ellos. Parece que en las generales de 2004 hubo 540.737 votos por correo; como la participación fue del 77,2%; si dividimos la segunda por el primero y lo multiplicamos por 1.000, obtenemos una ratio de 0,14. En las europeas de 2004 no se ponen de acuerdo los medios: unos hablan de 320.000 votos por correo, otros de 282.000; como la tasa de participación fue del 45,1%, entonces la misma ratio de antes variará entre el 0,14 (sorprendente coincidencia) y el 0,16. Cabe pensar que la ratio del 0,14 o 0,16 se mantenga en este referendum. Si es así, puesto que se han recogido unas 188.000 solicitudes de voto por correo (suponiendo que voten todos ellos), entonces, la tasa de participación en el referendum estará entre el 26% (188.000 x 0,14 : 1.000) y el 30% (188.000 x 0,16 : 1.000). Bastante baja, la verdad.

15.2.05

Más sobre diferencias entre hombres y mujeres

En otra anotación me he referido a la controversia que provocaron las declaraciones del Presidente de Harvard, Lawrence Summers, al afirmar que la diferente presencia de hombres y mujeres en los puestos más altos del escalafón académico en las carreras de ciencias podía deberse, en parte, a diferencias naturales. Uno de los argumentos que se han aducido para apoyar dicha hipótesis es que, si bien hombres y mujeres rinden de manera parecida en los tests de Matemáticas (suelen rendir algo mejor los hombres, pero no mucho mejor), la distribución de los resultados no es igual. Así, entre los hombres la proporción de los que destacan suele ser mayor que la proporción de mujeres que destacan. Entonces, como quienes ocupan los puestos más altos del escalafón científico proceden, en última instancia, de esos chicos y chicas que destacan, es normal que haya más hombres que mujeres en esos puestos.

Aporto aquí mi granito de arena a la discusión: una tabla con los resultados de la última prueba PISA de la OCDE. En ella se ve cómo, efectivamente, la media en el test de Matemáticas de los chicos es casi siempre superior a las de las chicas, aunque las diferencias son pequeñas. Se comprueba, también, cómo en casi todos los casos, el porcentaje de chicos que destacan (es decir, están situados en el nivel máximo, el 6) es mayor que el de las chicas que destacan, aunque a veces las diferencias son muy pequeñas.

Tan sólo hay una excepción, la de Islandia, cuyas chicas parecen obtener una mejor media que los chicos y, además, reflejan un porcentaje de "destacadas" superior. ¿Es la excepción que confirma la regla o el caso que prueba que, en última instancia, los condicionamientos naturales no son más que eso, condicionamientos y no determinaciones, y que pueden "superarse" en determinados entornos? Lo más curioso es que Islandia es uno de los países con una mayor igualdad de oportunidades (e, incluso de resultados) entre hombres y mujeres.

Otra averiguación interesante en la tabla es que las diferencias entre los porcentajes de "destacados" aumentan a medida que aumenta la puntuación media. Les dejo a Ustedes fabricar sus propias hipótesis genéticas o de entorno al respecto.


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14.2.05

En las oposiciones a cuerpos estatales, no todos los candidatos son iguales

Acaba de publicar FEDEA un trabajo de Manuel F. Bagüés titulado "¿Qué determina el éxito en unas Oposiciones?". A poco que su análisis estadístico esté bien hecho, debería ser auténticamente explosivo, pues demuestra que el éxito de los candidatos en las oposiciones a siete de los principales Cuerpos del Estado (Abogado del Estado, Carrera Diplomática, Inspector de Hacienda, Fiscal y Juez, Notario, Registrador y Secretario Judicial) no depende sólo de la valía y el rendimiento de aquéllos, sino de otras circunstancias, que van desde la aleatoriedad (la suerte, o mala suerte) hasta el nepotismo. Esas circunstancias no siempre marcan diferencias muy grandes, pero sí son significativas.

Esto es lo que dice el autor en el resumen (mis negritas; mis comentarios en cursiva):

"La evidencia hallada pone en duda el diseño del actual sistema. En primer lugar se detecta la existencia de una elevada aleatoriedad. El éxito de un candidato depende significativamente de factores ajenos a su calidad como el día de la semana en que es evaluado, la hora, un posible aplazamiento y, especialmente, el orden de convocatoria. Esta aleatoriedad dificulta la selección de los mejores y beneficia a aquellos opositores con capacidad para presentarse en un mayor número de ocasiones. En segundo lugar se han encontrado una serie de evidencias consistentes con la existencia de endogamia [los "parientes" de los miembros de los tribunales salen favorecidos], sexismo [en realidad en este punto, no llegan a ninguna conclusión clara] y localismo por parte de algunos evaluadores [los candidatos de Madrid salen favorecidos]. No sólo los candidatos con parientes en el Cuerpo al que aspiran tienen mayores posibilidades de éxito, sino que sus notas dependen significativamente de las características de los miembros del tribunal y, reveladoramente, son similares al resto de candidatos en aquellas ocasiones en las que se ha realizado un test anónimo. A su vez, las características de los evaluadores también afectan al éxito de los candidatos según su género y su origen geográfico. El autor propone la introducción, a semejanza con otros países de nuestro entorno, de tres reformas del sistema: el uso sistemático del anonimato y la doble corrección externa en los exámenes escritos, la realización de un test inicial y la implementación de un control de la calidad de la evaluación por parte de algún órgano superior de supervisión."

Aparte de eso, la investigación es muy imaginativa. El nepotismo lo analizan a partir de los apellidos de los candidatos y de los miembros del tribunal, y averiguan, por ejemplo, lo siguiente: "Los candidatos poseedores de un apellido compuesto similar al de algún miembro del Cuerpo del Estado al que aspiran --parientes-- tienen de media unas posibilidades de éxito que superan en más de un 100% --significativamente-- las posibilidades de los demás candidatos". Por supuesto, controlando otras variables que pueden influir.

11.2.05

¿Utopía liberal?

El Institute of Economic Affairs acaba de publicar un volumen colectivo titulado Towards a Liberal Utopia?, disponible gratis en pdf. En general, los capítulos parecen bastante apetecibles, aunque, probablemente, leeré primero los de Tooley (educación), Shackleton (mercado de trabajo), Henderson (capitalismo) y Morris (medio ambiente). Que aproveche la lectura.

10.2.05

¿La ocupación de la mujer como determinante del aborto? Va a ser que no

Acaba de hacerse público el último estudio de la demógrafa Margarita Delgado sobre las características de las mujeres que abortan en España. El estudio ha tenido bastante repercusión en la prensa, como ha ocurrido otros años (y, como casi siempre que reflejan este tipo de trabajos, con una recepción poco crítica). En esta ocasión, la demógrafa ha insistido en una variable, la situación laboral de la mujer:

"Una de las principales conclusiones a las que ha llegado el estudio es que «la ocupación laboral, que en la inmensa mayoría de los casos es por cuanta ajena, es el principal factor determinante del aborto en España», explicó la autora de la investigación. «Eso refuerza las tesis de muchos estudios sobre fecundidad –añadió–, donde se ha afirmado que la ocupación laboral está "reñida" con el número de hijos. Resulta que también más actividad laboral implica mayores índices de aborto»."

No utiliza estas palabras, pero vendría a decir que el riesgo relativo de abortar aumenta si la mujer trabaja por cuenta ajena o está parada. Independientemente de que no tiene mucho sentido unir ambas categorías, para saber si, de verdad, ese riesgo relativo es mayor, habría que conocer la proporción de asalariadas (y paradas) en los grupos de edad en que más abortan las mujeres. Según mis cálculos con datos del Censo, en el año 2001, en el grupo de edad entre 15 y 44 años, un 49% están ocupadas, y alrededor de un 14% están paradas. Según el estudio, en 2001, de las mujeres que abortaron, el 57% estaban ocupadas, el 14% paradas y el 26% inactivas.

Es decir, sí estarían sobrerrepresentadas las ocupadas (quizá también las ocupadas por cuenta ajena), pero no las paradas. Las claramente infrarrepresentadas serían las inactivas (amas de casa y estudiantes). Si decimos que el riesgo relativo de abortar de una "inactiva" es de 1, entonces el de una ocupada es de 1,7 [(% ocupadas entre las que abortan / % ocupadas entre mujeres de 15 a 44) : (% inactivas entre las que abortan / % inactivas entre mujeres de 15 a 44; 57/49:26/37)]. Es decir, se trata de un riesgo algo superior.


Pero, ¿no habrá otra variable más importante? El propio estudio indica que es llamativa la proporción de no casadas. Si los datos que se publican en la prensa están bien, las casadas representarían el 27% de los abortos, las solteras un 63%, las viudas, separadas, divorciadas, un 9%. Entre las mujeres de 15 a 44 años, en 2001, las proporciones correspondientes eran de: 45, 50 y 5%. Es decir, las casadas están infrarrepresentadas, las no casadas, sobrerrepresentadas. Si el riesgo relativo de abortar de una casada es 1, entonces el de una soltera sería de 2,1 (27/45:63/50).

Más relevante aún es la situación de convivencia de las no casadas. Resulta que un 18% de las que abortaron en 2001 vivía como pareja de hecho. Sin embargo, según el Censo, en esas edades, las mujeres que vivían en pareja de hecho venían a ser un 5% de las mujeres de 15 a 44 años. De nuevo, si el riesgo relativo de una mujer casada es 1, el de una mujer en pareja de hecho sería de 6 (18/5:27/45).

Es decir, puestos a comparar riesgos relativos, el de una ocupada frente a una inactiva no llega a ser dos veces superior, mientras que el de una mujer en pareja de hecho frente a una casada es, nada menos, seis veces superior. ¿Qué creen que es más relevante, entonces, la ocupación o el tipo de pareja?

La autora, en una entrevista con ABC, parece negarse a verlo:

"Sí, donde menos ha crecido [el número de abortos] es en el grupo de las casadas y donde más aumento hemos detectado es entre las mujeres que, sin estar casadas, conviven con pareja estable, lo cual es un dato sorprendente. Es decir, que la gestación no deseada no ha sido fruto de relaciones ocasionales."

No, lo relevante no es la ocasionalidad o la estabilidad de la relación; lo relevante es la forma de la relación (pareja de hecho, pareja de derecho). Por otra parte, ¿por qué le sorprende a la autora el aumento de las cifras de aborto en parejas de hecho? Lo normal es que hayan aumentado, al menos, a la par que lo han hecho las parejas de hecho en la población española. Eso debería saberlo una demógrafa.

Que el tipo de pareja sea tan relevante contribuiría, a su vez, a explicar por qué se ve alguna diferencia entre ocupadas e inactivas: lo que ocurre es que es más frecuente encontrar a una mujer ocupada entre las que viven en pareja de hecho que entre las casadas.

Que el tipo de pareja sea tan relevante reflejaría también otra variable en la que la autora del estudio prefiere no entrar: la nacionalidad de la madre. Es más frecuente la relación de pareja de hecho entre las extranjeras que entre las españolas. Los cálculos que permite el Censo de 2001 hablan, más o menos, de un 5% de parejas de hecho entre las españolas que viven en pareja, frente a un 20% de las extranjeras que viven en pareja.

En la misma entrevista con ABC dice:

"Ese detalle [la relación de la tasa de abortos con la nacionalidad de la mujer] no lo hemos estudiado porque no contábamos con los datos de la nacionalidad de las mujeres. Y, sin embargo, sería un dato importantísimo que nos podría dar una pista de lo que ocurre. De hecho, hemos visto un incremento muy importante de las cifras de aborto a partir de 1997, cuando comenzaba el fenómeno de la inmigración, aunque no puedo precisar si se puede responsabilizar a las mujeres extranjeras."

Pues va a ser que sí, señora Delgado. Sí se puede responsabilizar, en parte, a las mujeres extranjeras del aumento en las cifras de aborto desde 1997. Sí que tenemos datos. No son los oficiales, a los que ella se limita, pero son suficientemente claros como para incluirlos en un estudio que intenta averiguar los "determinantes" del aborto en España. Un estudio de la clínica Dator, de Madrid, a una muestra de mujeres que abortaron entre diciembre de 2002 y enero de 2003, recoge un 45% de extranjeras. No es una muestra representativa de las mujeres que abortan en Madrid, pero como indicador es suficientemente expresivo.

Por entonces, las extranjeras en Madrid no debían de superar el 10% en los grupos de edad que estudiamos, lo cual nos llevaría a pensar en que las extranjeras, en Madrid, tendrían un "riesgo" de abortar unas 7 veces superior a las españolas. Entonces, si las extranjeras tienden a abortar mucho más que las españolas y el número de extranjeras ha crecido muchísimo en los últimos siete u ocho años, habrá que pensar que buena parte del aumento en el número de abortos en esos años se explica, simplemente, por la ingente llegada de inmigrantes. No hace falta tener datos oficiales para afirmar esto.

Con todo esto, no quiero decir que las mujeres en pareja de hecho, sólo por ello, aborten más que las casadas, ni que las extranjeras, sólo por serlo, lo hagan más que las españolas. Lo único que quiero señalar es que, puestos a buscar hipótesis, la de la ocupación no debería ser la más importante, como afirma explícitamente la autora del estudio.

Tolerancia cero en las aulas, pero no tanto

El otro día comentábamos que en el Reino Unido vuelven a tomarse en serio el problema del orden en las clases y las escuelas, y que la ministra del ramo estaba dispuesta a aplicar una política de tolerancia cero con el mal comportamiento. Yo mantenía que en España no estaría mal empezar a pensar en esos términos. Ahora bien, desde luego, no hay que llegar, ni de lejos, a lo que está ocurriendo en algunas escuelas de EEUU, en las que, a las primeras de cambio, se llama a la policía, que se ha llegado a llevar esposado (parece) a algún niño de ... seis años. Wendy McElroy nos lo cuenta; su crítica es, dese luego, pertinente.

ACTUALIZACIÓN: JotaEle, un lector de este blog, nos recomienda la página de Randy Cassingham sobre tolerancia cero en EEUU.

9.2.05

GPS killed the lighthouse star

Sí, el GPS (Global Positioning System) está acabando con los faros. Qué será de aquellas discusiones sobre bienes públicos y de aquel artículo de Ronald Coase desmontando la idea del faro como bien público que sólo podría proveer el estado. Cuando desaparezcan del todo, no nos quedará ni siquiera el faro como símbolo de "coraje, ilustración e independencia". La técnica, que no sabe de romanticismos ni de símbolos. Por cierto, ¿de qué será símbolo el GPS?

ACTUALIZACIÓN. No se pierdan el comentario de Salvatierra.

8.2.05

Cuando las escuelas tienen que rendir cuentas

A través de Mahalanobis encuentro el penúltimo trabajo de Eric Hanushek, uno de los principales estudiosos de los resultados de la enseñanza en EEUU, en el que se muestra cómo "cuando a los profesores y a sus escuelas se les pide cuentas por el rendimiento educativo de sus alumnos y afrontan las consecuencias si los niños no alcanzan las metas [establecidas], las puntuaciones de los estudiantes en Lectura y Matemáticas mejoran". Se trata de una rendición de cuentas ante la administración educativa, que interviene o "amenaza" intervenir de un modo u otro (ofreciendo a los estudiantes trasladarse a otra escuela, incluso privada, o destituyendo a la dirección de la escuela, por ejemplo) en las escuelas que no rinden lo suficiente (y que puede premiar con incentivos económicos a las escuelas que rinden bien).

Desde luego, no es mi modo de "accountability" preferido. Puestos a elegir, yo me inclino por un máximo de libertad de elección de las familias acompañado por consecuencias económicas para los centros (más ingresos para los que atraen más alumnos, menos ingresos para los que los pierden), por ejemplo a través de un sistema de cheques escolares de plenas consecuencias. Pero algo es algo y es una prueba más de que sin mecanismos que induzcan la responsabilidad de los agentes (en este caso educativos), todo intento de mejora es baldío.

7.2.05

Ranking mundial de universidades (no espere encontrar españolas)

Me avisa Josu de que El Times Higher Education Supplement acaba de publicar un ranking (requiere registro gratuito) de las 200 mejores universidades del mundo. Como todos los rankings es imperfecto, pero los indicadores parecen adecuados: pesa bastante (50%) el juicio que hacen los académicos de sus pares (fueron entrevistados 1.300 académicos de 88 países), el "impacto" (cuánto se citan) de las investigaciones procedentes de cada universidad (un 20%), la ratio profesores/alumnos (otro 20%), el porcentaje de alumnos extranjeros (5%) y el porcentaje de profesores extranjeros (5%). Yo le habría dado más importancia a la presencia extranjera, pues es un buen indicador de cuán atractiva es una universidad, y menos a la ratio profesores/alumnos, pues no necesariamente es mejor una ratio más elevada (se puede elevar contratando a profesores del montón). Con todo, los primeros puestos los ocupan quienes ya imaginábamos: Harvard, Berkeley, MIT, CalTech, Oxford, Cambridge...

La única universidad española en el ranking es la Universidad Autónoma de Madrid, en el honroso puesto 159º. No hay ninguna española en el ranking de las primeras 50 europeas, pero podemos consolarnos, tampoco las hay italianas, portuguesas o griegas...

5.2.05

Bases de datos

¿Es éste el futuro? Esperemos que no (via Alex Tabarrok).

Disciplina en las aulas, esta vez las españolas

Ayer se publicó el informe La opinión de los profesores sobre la convivencia en los centros, elaborado por IDEA y financiado por CIE-Fuhem. Aunque la encuesta en que está basado no está hecha a una muestra representativa del profesorado español (*), podemos tomar sus resultados como pistas de por dónde van las cosas. A mí, el que más me ha llamado la atención es que un 30% de los profesores (son de infantil / primaria y secundaria) está en desacuerdo con la afirmación "Los profesores tienen el mismo criterio cuando aplican las normas del centro", a lo que habría que añadir un 26% que ni está de acuerdo ni en desacuerdo (p. 29). Si los datos reflejasen la realidad, en muchos centros las normas no se aplicarían siempre por igual, unos profesores serían más estrictos y otros menos, unos se las tomarían al pie de la letra y otros se inspirarían en su espíritu...

Alguien puede pensar que esto es un buen ejemplo de flexibilidad. Sin embargo, si los problemas de orden y disciplina de los que hablaba en otra anotación son reales (sobre esto, creo que los resultados del estudio de IDEA reflejan la situación de centros especialmente poco problemáticos), son muy necesarias la claridad de las normas de disciplina y la coherencia de su aplicación. A ello no contribuiría la variedad de criterios en el profesorado de cada centro.



(*) La muestra no es representativa: tiene un gran exceso de centros privados; no tiene datos de todas las CCAA, sino sólo de algunas (aunque en la nota técnica no se dice cuáles). Por cierto, la ficha técnica deja mucho que desear: lo principal es que no se dice cómo se elabora la muestra ni cómo se lleva a cabo el trabajo de campo. Teniendo en cuenta que IDEA se dedica a hacer estas encuestas pero también lleva a cabo evaluaciones y asesoramiento de centros, tiendo a pensar que obtienen su muestra de aquellos centros con los que tienen previamente relaciones. El problema, entonces, es que la muestra sería "autoseleccionada" y, precisamente, entre centros especialmente preocupados por hacer las cosas bien, lo cual la haría todavía menos representativa. Obviamente, no estoy seguro de esto, pero sospecho que es así.

4.2.05

Censores juveniles en EEUU

Pablo, un alumno mío, me llama la atención sobre un estudio recién publicado en EEUU acerca de las actitudes de los estudiantes de secundaria (grados 8 al 12) sobre la prensa y, especialmente, de la primera enmienda. Algunos resultados son de echarse a temblar: un 36% está en desacuerdo con que "los periódicos deberían poder publicar libremente, sin necesidad de aprobación estatal de las noticias" ("government approval of a story"; apenas un 51% está de acuerdo); y un 32% cree que la prensa tiene demasiada libertad para hacer lo que quiere.

Ahora mismo no recuerdo ninguna encuesta de estas características en España, y la verdad es que no sé qué resultados podría arrojar. Si pienso en el estatismo de nuestros jóvenes, podría pensar en la existencia de una porción notable de "censores"; y si pienso en la tendencia que tienen a eludir la responsabilidad en según qué temas, también. En realidad, hablo por hablar. ¿Ustedes qué piensan?

3.2.05

Feminizaciones

Malaprensa se ocupa hoy de la recepción acrítica de los datos de un informe sobre el "perfil" de los drogodependientes en España. En realidad, se trata, si acaso, del perfil de los drogodependientes atendidos en el año 2004 por alguna asociación vinculada a la UNAD. Josu desmonta bien dos de las exageraciones de la correspondiente nota de prensa: el estudio no es representativo del conjunto de drogodependientes en España, las afirmaciones acerca de que se ha duplicado el porcentaje de jovencitos entre ellos no se sostienen.

A mí me ha chocado lo de la "paulatina feminización del problema", como sugiriendo que cada vez más mujeres acuden a los programas de las organizaciones de la UNAD o que cada vez son más las mujeres drogodependientes. Sin embargo, con sus datos no se puede decir nada al respecto, pues tan sólo comparan porcentajes. Sí, puede haber aumentado el porcentaje de mujeres atendidas de un año para otro, pero ello no quiere decir que hayan atendido a más mujeres. Un año pueden haber atendido un 20% de mujeres de un total de 1.000 personas (200 mujeres, entonces); al año siguiente, un 40%, pero de 500 personas (también 200 mujeres). En realidad, según sus datos, el porcentaje de mujeres atendidas varía mucho de un año para otro: 36% en 2004, 19,9% en 2003, 29,9% en 2002. Quizá eran inferiores en el pasado, pero en sus notas de prensa no nos informan de ello.

Lo que podemos saber del consumo de drogas de una manera relativamente contrastable (esto es, con la encuesta domiciliaria sobre drogas, datos de 1995 a 2001; los datos posteriores no están disponibles desagregadamente) nos dice lo siguiente para las drogas que pueden ocasionar una visita a los centros de ayuda de las asociaciones de la UNAD: quizá aumenta el consumo de éxtasis entre los varones de 15 a 64 años y es difícil de decir algo sobre las mujeres, pues los porcentajes son muy pequeños y, además, oscilan; quizá ha aumentado el consumo de cocaína tanto en varones como en mujeres, pero la variación está, probablemente, dentro del margen de error de la muestra; parece probable que haya caído en ambos el consumo de heroína (aunque, de nuevo, la comparación de porcentajes es difícil). En definitiva, es muy difícil hablar de feminización de la drogadicción.

Lo cierto es que está de moda hablar de la feminización de determinadas situaciones percibidas como negativas, tales como la drogadicción o el SIDA. Pero de la drogadicción, como hemos visto, poco podemos decir con un mínimo fundamento. Respecto al SIDA, la cosa está más clara en España: desde 1996, el número de nuevos casos cae cada año, especialmente entre los usuarios de drogas intravenosas (casi todos varones, para empezar) y los homosexuales varones. Cae, por tanto, el número de varones que se infectan. Cae, también, el de mujeres, pero no tan rápido. Luego, entre los nuevos casos, aumenta la proporción de mujeres. Ergo, feminización del SIDA. Pues no.

2.2.05

Magisterio

Llevo tiempo pensando en recomendar magisnet.com, la página web de la revista Magisterio. Es de las pocas publicaciones sobre educación en España en la que se encuentran informaciones y opiniones ajenas al consenso bienpensante (o mediopensante) sobre estos temas. Incluyen, además, buenas investigaciones propias, con datos que a ministerios y comunidades autónomas les cuesta revelar (aunque disponen de ellos). José Manuel Lacasa, quien firma casi todas esas investigaciones, parece capaz de husmear hasta debajo de las alfombrillas del ratón de los ordenadores de la Inspección. Son famosas en el mundillo sus ránkings con los resultados de los exámenes de Selectividad en Madrid (y en otros sitios) por centros, una información que sólo en esta revista esta disponible para el gran público.

Esta semana incluyen una entrevista deliciosa al tolerante y demócrata líder del Sindicato de Estudiantes, quien a sus 24 añitos "se confiesa “atascado” entre los cursos primero, segundo y tercero de Matemáticas en la UNED" (pobrecito), y cuya principal propuesta de reforma educativa consiste en acabar con la enseñanza concertada. Diviértanse, y aprendan.

1.2.05

Tolerancia cero en las aulas británicas

Al parecer, Ruth Kelly, la Secretaria de Educación del gobierno de Blair, está dispuesta a aplicar una política de tolerancia cero con el mal comportamiento en las escuelas, incluso con el desorden de baja intensidad. Las palabras de su discurso son claras:

"Todo alumno y todo profesor tiene el derecho a esperar un aula segura y ordenada, de modo que pueda florecer la enseñanza y el aprendizaje. Toda conducta indebida sobra y no debe ser tolerada. Necesitamos volver a trazar la línea de lo aceptable".

La oposición conservadora también está por la labor, y propone devolver a las escuelas y los profesores la capacidad para restaurar la disciplina en los centros.

En España, las discusiones sobre el desorden en las escuelas no han llegado todavía a esos términos, pero deberían hacerlo ya. Sobre todo en los institutos públicos, son muchos los profesores que coinciden en que la enseñanza es casi imposible debido a esos desórdenes de baja intensidad que, bien no se les da la debida importancia, bien no se atajan. Me refiero a conductas tales como: masticar chicle en clase, sentarse mal, estar hablando toda la clase, dar malas contestaciones al profesor, faltar al respeto a los compañeros, no traer los libros o los cuadernos, "pasar" completamente del curso normal de la clase, tener los móviles encendidos, etc. No hay estudios "objetivos" sobre estos comportamientos, pero (si vale la experiencia de familia y amigos de quiene esto escribe) son cotidianos.

El resultado último de dejar, una y otra vez, sin sanción o corrección ejemplos de mala conducta considerados de menor importancia es, por una parte, contribuir al mantenimiento del desorden de baja intensidad y, por otra, alimentar en los alumnos difíciles la sensación de impunidad, lo que les refuerza en su conocimiento de que la normativa sancionadora es, probablemente, excesivamente garantista. Todo lo cual es el mejor incentivo para que no se aparten de comportamientos cada vez más "disruptivos".

Que se mantenga ese desorden de baja intensidad y que a esos alumnos difíciles no se les "paren los pies" en seco tiene varios efectos perniciosos para el buen funcionamiento de la enseñanza. Entre ellos los siguientes.

Primero, las energías del profesorado que deberían dedicarse a enseñar se dedican a mantener el orden, en proporciones crecientes.

Segundo, en la medida en que esto es así, sufre especialmente el amplio segmento de alumnos que requieren de las mejores condiciones para aprender (máximo de orden, máximo de atención, máximo de concentración del profesor). Son estos alumnos los que más se benefician del entorno escolar en su aprendizaje, lo que más necesitan de la ayuda directa del profesor y de un buen ambiente de aprendizaje. La frustración de algunos (o muchos de ellos) puede llevarles a disminuir su rendimiento o, en el peor de los casos, a unirse a las filas de los alumnos difíciles.

Tercero, ante el profesorado, incluso el más vocacional, se le abren dos vías de mínima resistencia y cada vez más transitadas: la baja laboral, temporal o definitiva, ante la imposibilidad de hacerse cargo de una situación cotidiana de indisciplina y desorden continuos; o el acomodo a la baja, esto es, el abandono de toda pretensión de mantener un mínimo de orden y el de casi toda pretensión de enseñar y ayudar a aprender.

Estos problemas y sus posibles soluciones deberían ser objeto del debate público sobre educación en España. ¿O es que queremos que la situación se deteriore hasta un punto de no retorno? Por mi parte, no creo que esté de más empezar a pensar, como los británicos, en términos de "tolerancia cero".